-Capítulo 19: Cuesta abajo-

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Narra Edward...

-...¿Va a estar bien?- Dije serio.

Pasó 1 hora luego de aquel atentado en la mansión de campo.

No pudimos encontrar a los culpables. Aunque, era bastante obvio para mi quienes fueron los responsables de aquel ataque.

Top y Draco...esos desgraciados rusos piensan que pueden hacer lo que quieran y no tener consecuencias. Al menos, ya estarán lejos de aquí.

Escaparon sin problemas, eso es lo único que me frustra.

...

Ahora estamos en un hospital privado. Estamos esperando afuera.

Excepto yo.

-...Si, claro que está bien...es una chica fuerte...- Dijo el médico mientras vendaba el brazo de Drista.

-....- Suspiré.

-Solamente necesita reposar el brazo durante un día y podrá hacer vida normal...aunque no es muy usual ver tiroteos aquí en Japón...- Dijo el médico con una gota de sudor en su mejilla.

Es cierto al fin al cabo. Japón es un lugar parcialmente tranquilo.

-¿Podría dejarnos solos? Tenemos que hablar de algunas cosas...- Le dije al médico mientras me sentaba en una silla.

-Eh...si claro, iré a tomar un café, el turno de noche es muy largo...- Se ajustó la bata y luego, marchó por la puerta.

Mire a Drista.

-¿Cómo estás?- Le pregunté.

-....- No contestó, estaba cabizbaja.

-...Drista, no te preocupes, el alcalde está bien. Uno de los ministros lo protegió poniendo su vida por medio...-Le dije tratando de calmarla.

Pero ella...

-...No estoy preocupada por el alcalde...- Dijo Drista en voz baja, mirando al suelo.

¿Que? ¿No estaba preocupada por eso?

...

-Estoy preocupada por Adam...- Dijo mientras elevaba la mirada.

...con que era eso.

-No debes preocuparte por él...- Le dije más serio.

-No me gusta que le regañen...- Dijo Drista por lo bajo.

-Siento no poder compartir tu punto de vista, pero fue necesario lo que hice. Tenía solamente un trabajo y lo jodió...me imagino por qué estuvo ausente en ese momento...- Pensé en su "amiga" Sami.

-...Fueron muy duros con él, solamente... solamente intentó arreglar algo que tú le provocaste...- Me contestó algo más activada.

-¿Que yo le provoqué?- Pregunté confuso.

-Exacto, simplemente quería arreglar las cosas con ella por aquella regla que tanto deseas que cumplamos...- Drista se cruzó de brazos.

La regla...

-Esa regla, quieras o no, es obligatoria cumplirla. La sociedad no puede saber por nada del mundo que existen criaturas que pueden literalmente extinguir la humanidad tal y como la conocemos. Nosotros somos los encargados de protegerla, si supieran que existimos, el caos comenzaría a propagarse gradualmente...- Le expliqué.

BORRADOR: Hard Emotions Donde viven las historias. Descúbrelo ahora