Agape || Drarry

El Psiquiátrico, otra vez.

Draco estuvo presente en el juicio de Cedric, pero el hombre se negó a decir algo de valor y no pudieron encontrarle pruebas que realmente demostraran algún crimen más allá de perturbar la mente de Harry; lo condenaron a algunos años en Azkaban y le retiraron su licencia médica. 

Draco sabía que Cedric era tan culpable como Harry, después de leer aquella libreta supo que todo había sido planeado por ellos y por los Mortifagos, aunque en el manuscrito de Cedric no se mencionaban nombres, se podía entender que eran un grupo grande.

Entregar aquella libreta solo haría que condenaran a Harry a la pena de muerte, y Draco no quería aquello, no quería ver a Harry morir.

Harry fue evaluado psicológicamente, Draco se encargó de encontrar una justificación por cada cosa que decía Harry; él se llevó una sentencia administrativa por compartir información del caso y Harry fue internado en una clínica psiquiátrica nueva, una a cargo de un eminente medico de apellido Riddle. 

La mejor clínica del país que el dinero podía pagar. Harry tenía dinero para pagarla, pero Sirius se encargó de solventar los gastos de aquella clínica.

Draco pensó por un momento que Sirius estaría en contra de que Harry fuera internado de nuevo, pero se había equivocado; Sirius parecía realmente preocupado por la salud de Harry y se encargó de que todos los trámites fueran realizados de manera correcta. Sirius era técnicamente el último familiar vivo de Harry, así que era quien se encargaría de su ingreso al lugar.

Pasaron un par de semanas desde el ingreso de Harry cuando Draco fue a visitarlo por primera vez; Draco no había querido visitarlo porque aún no podía asimilar lo que había leído en aquella libreta de anotaciones de Cedric. Ver a Harry, como el monstruo genocida que era, realmente le costaba demasiado a Draco.

La nueva clínica era grande, muy espaciosa y blanca, perturbadoramente blanca. Draco caminó a paso lento guiado por una enfermera hasta la habitación de Harry, había cámaras de seguridad en todos los pasillos y, al entrar a la habitación de Harry, notó que también había una cámara de seguridad. Todo lo que dijeran podría ser grabado, al igual que todo lo que hicieran.

- ¿Me dirías un nombre? - Preguntó Draco atrayendo la atención de Harry que estaba resolviendo un crucigrama apoyado en una pequeña mesa. Harry no se había volteado a verlo, le daba la espalda y no se movió al escucharlo.

- Palabra de nueve letras: Planta narcótica que se le atribuye el nombre de "planta de las brujas" y suele estar relacionada con las "damas bellas". - Susurró Harry sin cambiar su postura, concentrado en su crucigrama.

Draco lo escuchó y sintió una desesperación que no había sentido antes. Se acercó a Harry y lo tomó por los hombros para hacer que lo viera; Harry estaba sonriendo y se acercó a Draco para besarlo de una manera intensa y pasional. Draco no se resistió, era imposible hacerlo.

- Ya tienes tu respuesta. - Susurró Harry antes de que entrara un enfermero y lo sacara de ahí a la fuerza recordándole que el contacto físico estaba prohibido.