Cotton Candy [GyuBin|SooGyu]

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BeomGyu corría de un lado para otro alistando todo, el lugar tenía que verse impecable.

Hacía ya un mes que SooBin había despertado y había sido dado de alta, volviendo a su hogar con YeonJun, donde lo recibieron con globos y un cartel de bienvenida.

Juraba que las tres semanas continuas al despertar de Soo no pudo dejar de sonreír ni siquiera dormido de su inmensa emoción.

Ahora, tras establecerse más y que SooBin finalmente pudiera salir tranquilo al ser dado de alta de su receta médica y el poder caminar ya solo y moverse bien, finalmente su novio conocería su departamento y pasaría el fin de semana con él.

Estaba nervioso y no sabía porqué, se sentía como en su primera cita con SooBin, donde tuvo que planear una simple cena en tres semanas para que todo saliera bien.

Suspiró nervioso y corrió a abrir la puerta cuando tocaron el timbre, miró con una sonrisa a su novio quien miraba el lugar sonriendo.

-- Waa, Beommie este lugar es hermoso, te felicito --sonrió Soo.

-- Gracias Bebé --sonrió y le planto un suave beso en los labios para dejarle pasar al más alto quien gustoso se sacó los zapatos en la entrada y pasó mirando el lugar con su mochila al hombro-- Oh, dame eso, lo dejaré en la habitación --Le saco la mochila al mayor junto a su abrigo a lo que este agradeció levemente sonrojado sentándose en el sofá-- ¿Qué tal te va cielo? --preguntó al volver y sentarse a su lado.

-- Bien, Yeon me tiene sobre protegido aun, pero ya se le pasará --Rió leve recostando su cabeza en el hombro de su novio-- ¿Y a tí como te va?

-- Bien realmente --Sonrió besando su cabellera azul y abrazándole como pudo-- Extrañaba mucho esto, ¿Sabes?

-- Me lo imagino, te tenía mal acostumbrado --Rió leve el mayor.

-- Muy mal acostumbrado, yo no sé como sobreviví un año --Rió el menor besando su cabello repetidas veces luego pasó a dejar besitos tiernos en su rostro sonrojando al más salto.

-- Eres alguien fuerte y lo sabes Beommie --sonrió el peliazul y dejo un casto beso en sus labios para luego acurrucarse en él.

-- Más que tú no lo soy mi Algodón de azúcar --Sonrió acariciando sus cabellos y se recostó mejor para dejar que descansara en su pecho tranquilo.

Extrañaba sus momentos así y desde ahora en adelante no pasaría ninguno por alto.