Katsuki e Izuku formaban parte de una amistad hermosa, codependiente y un tanto densa.
Densa porque Katsuki no podía vivir sin Izuku, si el segundo tardaba una hora en contestarle, Katsuki ya empezaba a enviar millonada de mensajes e iba a su casa a ver si todo estaba bien.
Codependiente porque ambos dependían el uno para el otro, Katsuki necesitaba la atención de Izuku, Izuku necesitaba la atención de Katsuki.
El problema fue cuando, poco a poco, el rubio comenzaba a distanciarse del resto de sus amigos; cuando lo excluian de aquellos almuerzos o cuando él mismo no participaba mucho en las conversaciones por estar chateando con el pecoso.
No eran pareja, mas aún así el menor de los Bakugo sentía algo no correspondido por el oji verde.
Katsuki comenzó a tener malas notas, volvía a casa exhausto y no realizaba los deberes, comenzó a llorar varias noches seguidas por razones que hasta él mismo desconocía; la batería quedó olvidada en la esquina de su cuarto, y aquella colección de latas de gaseosa se fue llenando de polvo sin limpiar gracias al olvido que le dió el rubio a su propia habitación.
Su condición física empeoró, ataques de asma y fuertes agitaciones azotaron en él, y fue entonces que se replanteó todo.
Sentado en su cama, luego de haber llorado largo y tendido, se puso a pensar ¿por qué carajos todo esto? ¿Cuándo se dejó caer tan en la mierda? ¿Cuándo dejaron de invitarlo a las juntadas de media tarde? ¿Cuándo olvidó practicar tocar la batería? ¿Cuándo se acumularon tantos deberes?
Él solo había estado con Izuku, eso fue lo único que había hecho.
Y ahí estaba el error.
Se dió cuenta que Izuku le hacía hacerse mal a sí mismo cuando este último se fue de vacaciones a un pequeñísimo pueblo en el cual no había conexión por lo que no se pudo contactar con su amigo en todo el viaje.
Katsuki se había desesperado a tal punto de creer que Izuku no volvería más, lloraba pensando que había hecho algo mal y revisaba los mensajes anteriores que había enviado para saber si se había equivocado.
Decidió cortar esa toxica relación.
Sabía que él no iba a poder cambiar su obsesión, y decidió abandonar todo y empezar de cero antes de cagarla y tener que empezar de cero pero con dos toneladas de culpa.
Bloqueó a Izuku de todos lados, lo evitaba en la escuela y en la calle y comenzaba a ponerse al día con todo lo pendiente.
Los primeros días fueron una catástrofe, lloraba desconsoladamente, ansiaba un abrazo y sentía que se quedaría solo hasta la muerte.
Luego vinieron algunos días buenos, aquellos en los que se sentía una persona madura por haber podido cortar esa relación antes de que todo pase a mayores.
Más tarde, los días de odio, cuando reconocía aquellas actitudes de mierda que había tenido Izuku con él.
Y así, infinidades de días pasaron, hasta que Izuku fue un amigo del pasado.
Cada tanto lo recuerda, cada tanto lo odia, cada tanto lo ama, cada tanto lo cela.
Cada tanto lo extraña.
Cada tanto, aún depende de él.
...Algo rapidito hakdjfjsjajs
Creo que esta situación pasó mucho, me pasó con muchas personas muchas veces, y creo que a algunos/as/es de ustedes también, solo espero que no caigan en este tipo de relaciones, estas relaciones hacen mal al alma y nos alejan de cosas que nos hacen bien.