Así empezó

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Odio a los payasos, los detesto, los aborrezco, pero sin embargo nunca me dieron tanto miedo, simplemente no me causaban gracia, eran feos y extraños, mi perspectiva hacía ellos cambió cuando vi una escena de la película ESO, la de Stephen King, en la película se ve una parte en la que se le aparece a un niño en las duchas, esa escena me traumatizo muchísimo, la vi sin querer porque me había levantado luego de tener una pesadilla, mi mamá y mi hermano veían la película en la sala, me quedé en estado de shock y comencé a gritar, mamá me llevó de nuevo a la habitación y no pude dormir.

Mi hermano me molestaba mucho con eso de los payasos, sabía que me daban miedo, aveces se ponía una peluca de payaso que el tenía y me perseguía con un globo y lo reventaba cerca de mí cara, era molesto y hasta cierto punto irritante, mamá siempre lo regañaba y él se excusaba diciendo que nada más era una broma.

Desde entonces cuando veía a un payaso sólo pensaba en lo desagradables que son, pero aún así no eran un tema del cual la sola mención de estos me hiciera hasta llorar del miedo, todo aconteció ese día... era de noche, mamá hacía la cena y yo jugaba con mi hermanita en ese entonces ella apenas tenía un año y yo 6, ella estaba en su sillita de comer y yo le hacía mimos, salí corriendo a mi habitación a traer un juguete para ella, la luz estaba apagada, entré y me acerqué al interruptor, encendí la luz y mi hermano salió del armario, estaba vestido con una capa negra y una horrible máscara de payaso, saltó del armario y comenzó a rugir, mis ojos se abrieron tanto y mi corazón se detuvo, salí corriendo y él me persiguió, decía que iba a comerme y yo gritaba, mi hermano se quitó la capa y la máscara y aún así yo no me reponia del susto, gritaba y gritaba hasta que mi mamá me dio un vaso con agua, le dio un merecido jalón de orejas a mi hermano y lo envió castigado a su habitación, mi hermano se enojó mucho y dijo que no era para tanto, el tenía 9 años y no estaba bien que molestara a una niña tan pequeña como lo era yo.

Dormí con mi mamá y mi papá porque tenía mucho miedo, así fue durante tres noches pero a la cuarta mi mamá me envió a dormir a mi habitación, fue difícil pero dormía con la luz encendida y el armario bien cerrado, para que mi hermano no me asustara o algo peor... Mi hermano estaba muy molesto conmigo, no nos hablamos durante una semana y él no volvió a bromear conmigo, era tonto que él se hiciera la víctima cuando la que en verdad era la víctima era yo, pero aún así no le había gustado ese jalón de orejas que mamá le había dado.

Podrán decir que exagero pero mi vida no fue la misma, mientras fui creciendo evitaba ir a las fiestas de cumpleaños a las que me invitaban, evitaba ir a carnavales y a las ferias, también evitaba ir a centros comerciales y a tiendas de juegos, hasta los payasos de juguete me hacían temblar y los payasos que veía en la televisión, estaba entrando a una especie de fobia de la que no podía escapar...

Ojalá pudiera decir que ahora es diferente, no que va...Sigo con mis miedos, aún odio a los payasos, me dan miedo, tengo lo que se conoce como courlofobia, fobia a los payasos, nisiquiera se pronunciarlo, yo le digo payafobia es mejor.

Ahora tengo 15 años, mi hermanita 9 y mi hermano tiene 18, ya esta en la Universidad, estudia aviación su sueño siempre fue volar, vivimos sólo con papá, por desgracia mamá murió hace 4 años por un cáncer en el hígado, fue difícil y desgarrador, hemos logrado superarlo y aún nos duele pero salimos adelante, mi papá nos cuida ahora y hace un excelente trabajo, su nombre es Charlie, yo me llamo Emily, mi hermanita se llama Megan y mi hermano se llama Tom, somos los Watson y somos una familia unida y amorosa, ojalá mamá estuviera con nosotros...

Ese trágico evento me hizo más fuerte, pero mi fobia a los payasos jamás se fue, mis amigos me hacen burla porque dicen que ya estoy muy grandecita para tenerles miedo, pero no... simplemente es algo que no puedo evitar, cuando veo a un payaso siento que la respiración se me corta, me asfixio, me pongo a temblar, no puedo ni moverme y no puedo ni gritar, es exagerado pero es lo que siento, así como cuando las personas que temen a las arañas ven una, se asustan y gritan, todos tenemos algo a lo que le tenemos miedo, quizás mi miedo sea absurdo, los payasos son un símbolo de risas y diversión, pero para mi son el símbolo de lo más aterrador que puede haber en la vida...

Yo odio a los payasos [#Wattys2015]Where stories live. Discover now