Color Club: Cinnamon [Banana Fish]

🔸 El ángel de mi vida 🔸

🔸Pedido realizado por: Tsundere_Kitty

🔸 Advertencias: Posiblemente ninguna.

🔸¡Espero sea de su agrado!

La mayoría no saben quién es el amor de su vida, ni siquiera cuando lo ven por primera vez. Pero, en mi caso, yo siempre supe que ella era para mí.

Lo noté al instante que la ví, que sentí como si estuviera en la presencia de un ángel, y es que probablemente ella era uno.

—Natasha Karsavina.—Su nombre me resultaba igual de atractivo que ella, contrastaba muy bien con ella a mi parecer. Oír su nombre pronunciado por sus propios labios fue algo que me cautivó.

Ella, con timidez, extendió su mano buscando estrechar la mía. Rápidamente la tomé y besé el dorso de esta en un gesto caballeroso y como cortejo. Notó al instante mis intenciones y rió con ternura.

Era una dulce dama que sin duda entendía a la gente y veía las más profundas intenciones. Supe que ella era una mujer increíble.

Solo dejé pasar unas semanas de invitarla a salir por primera vez, fue algo sencillo que no robara mucho del poco tiempo libre que se nos otorgaba, fue solo una vuelta al parque juntos.

No habíamos interactuado tanto en persona, esta oportunidad fue perfecta para los dos. Nos tomamos de la mano por primera vez. Compartimos risas mutuas. Dialogamos sobre temas cotidianos de la vida. Y fue bastante lindo.

De ahí en adelante, el amor no hizo más que crecer. Nos reuníamos y repetíamos citas cada vez que podíamos, no nos cansabamos de estar juntos. E incluso si conocíamos los defectos del otro, el amor no llegaba a descender. Solo podíamos amarnos.

Ella seguía siendo un hermoso ángel. Cuando la ví vestida de blanco, realmente pareció haber descendido de los cielos. Amarla y ser amado por ella fue la mejor cosa que pude haber visto.

Por esa historia de amor que tuvimos, y muchas cosas más que me hizo sentir, entender y descubrir, es que hoy le traigo un par de flores para decorar su lápida.

Ella siempre fue y será un angel, mi ángel. Y estoy agradecido por todo eso que nos dimos mutuamente, aunque un poco triste porque fue todo lo que le pude dar. Estas flores que les traigo cada año de su muerte son de mi gratitud hacia ella por haber sido la mujer que fue. Es lo menos que puedo hacer, después de todo, fui bastante indigno de amarla.

Para mí, ella solo fue un ángel que fue a dónde merece estar, porque este mundo lleno de maldad no merecía tenerla aquí.