one shot

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Con un bostezo, Chisato cerró su cuaderno. No estaba cansada per se, pero se encontraba aburrida. Después de un trabajo tan emocionante como lo es la actuación, sentía poco a poco que desperdiciaba el tiempo en cosas tan triviales como la química. En cuestión de unos años más, ni siquiera recordaría qué era una molécula. Aún así, si ponía un poco de ganas al estudio, ya que no podía manchar su currículo con nada, aunque sea algo que no le serviría en el futuro.

No era tan tarde, aunque el sol ya se había puesto aún quedaba algo de luz natural. Los domingos eran muy tranquilos para Chisato, dado que muchas por no decir todas sus citas pasaban de lunes a sábado, igual con las horas de grabación. Pastel*Palettes tampoco solía reunirse domingos, y mucho menos en la noche. Aunque muy posiblement Aya habría estado toda la mañana en la agencia, dándolo todo como siempre. Típica Aya.

Sedienta, bajó a por un vaso de agua y algo de comer. Ya cenaría, porque si comía algo a estas horas no le daría hambre para volver a comer más adentro en la noche.

—¿Terminaste de estudiar? —Su mamá estaba sentada en la mesa del comedor, viendo su teléfono.

—Sí... Vengo a agarrar algo.

—Ah perfecto, me avisas que te terminas preparando. Lo que pasa es que esta noche voy a salir a comer con alguien.

—¿Quién?

—Una amiga nomás, no te preocupes.

—Bueno.

Con esto Chisato sacó algo del refrigerador, se sirvió algo de té, y subió de vuelta a su cuarto. No pasó mucho hasta que su mamá le avisó que ya saldría, y que baje para que le dé las llaves de la puerta. Chisato bajó las escaleras saltándose algunas, golpeando el piso con la punta de sus pies, cubiertos de sus medias gruesas.

—Cuídate. Pásala bien.

—Cualquier cosa me llamas, ¿ok?

—Mhm.

Justo cuando ya estaba a punto de subir el primer escalón, escuchó:

—¡Hola!

—¡Buenas buenas! ¿Lista?

—Eh, sí, pero tenía una pregunta, más bien un favor que pedirte...

—Sí, dime.

—La verdad que no tenía con quien dejar a mi hija esta noche, y está esperando en el carro... ¿crees que Kaoru se podría quedar con Chisato esta noche mientras salimos?

No. No no no. ¿En serio tendría que venir Kaoru toda la noche? Empezó a subir las escaleras más rápido, quería encerrarse en su cuarto y aprovechar la noche sola y libre. Sin notarlo, su corazón empezó a palpitar muy rápido.

—¡Claro! No hay problema. Voy a llamar a Chisato.

Apenas escuchó su nombre ser gritado, Chisato bajó reluctantemente. Aún así, sentía un nudo en su estómago.

—Q-qué pasa... Ah, hola tía.

—Hola Chisato, ¿cómo estás?

—Bien, gracias tía.

—Genial, bueno, te quería pedir un favor. Podría Kaoru quedarse una horita mientras tu mamá y yo salimos a cenar, ¿no?

—Esto, sí claro, no es problema. —Chisato forzó la sonrisa. No quisiera parecer maleducada.

—Gracias, voy a buscarla al carro.

Chisato observó en silencio a la mamá de Kaoru caminar hacia el carro, tocar la ventana del asiento trasero con sus nudillos, y la puerta del carro abrirse. Antes que pudiera ver a Kaoru bajar, su mamá le habló.

Un cambio de estilo | KaochisaWhere stories live. Discover now