Las Damas y el callejero (KDA-League of legends) [Cancelada]

Capitulo 1: El peleador del subsuelo

Hace ya tiempo que mi vida se basa en merodear un poco en las calles de la deplorable Zaun, y creo que este lugar es perfecto para mí, considerando que logre graduarme de la preparatoria con un milagro. Y por milagro me refiero que chantaje al director con revelar uno de sus secretos si es que no me ponía buenas notas... creo que eso habla mucho de mí. Ahora, me las arreglo para sobrevivir gracias a uno de mis más grandes talentos con el cual nací, el cual es la pelea, las mano a mano para ser exactos. ¿Cómo lo sé? Bueno la vida, me ha mandado contrincante tras contrincante, con los cuales me he peleado de formas salvajes y furiosas, saliendo invicto de casi toda pelea... excepto en una sola donde salí como perdedor, debido a un bastardo. Shieda Kayn.

Bueno, la vida tampoco es que haya sido tan condescendiente conmigo. Fui huérfano desde mi niñez y justo en el orfanato donde estaba, las cosas eran feas, y no hablo de la estética. Así dure durante catorce años de mi vida donde me di cuenta de que sabía defenderme bien, y en ese tiempo pensé que me quedaría ahí hasta mis dieciocho, pero para la sorpresa de todo el orfanato, fui dado en adopción a una pareja, los cuales no me daban mucha confianza, pero a la final se ganaron mi corazón... que pena que yo haya roto el suyo.

Pero bueno, mis malas decisiones hicieron que terminara con problemas con aquellos que no debía. La mafia. Debido a que a quien consideraba mi amigo, metió la pata al meterse con la novia del hijo de uno de los mafiosos más peligrosos de la ciudad, si no es que del país. Y como el hijo era más caprichoso que la mierda, decidió que la única manera de que mi """"amigo"""" no acabe sin cabeza, es que le pagara cierta cantidad de billetes, y como yo trataba de hacer una buena obra, pues me ofrecí para ayudarle a reunir el dinero, dando mis servicios como peleador. El jefe estuvo de acuerdo y me movió a su lugar más visitado de peleas clandestinas. Las cosas parecían ir bien, hasta que después de tan solo dos semanas del acuerdo, el bastardo por el cual me jugué el cuello se escapó de la ciudad junto a la novia del otro idiota, más algo de dinero para su viaje. Ahora yo era el que estaba contra la espada y la pared, y para rematar, el caprichoso ese, decidió subir el valor a pagar.

Ha pasado más de un año desde que empecé con esto, siendo el peleador más codiciado del pueblo bajo. Muchos quieren ver los espectáculos que ofrezco como campeón de este lugar. Justo ahora me encuentro en el ring, dando una pelea contra inflado en músculos. Más inflado que moneda de tercer mundo desde mi punto de vista.

Me dio un fuerte golpe en el rostro, cosa la cual me hizo retroceder, pero me recupere rápidamente y le metí una fuerte patada en la pierna para así hacer que se arrodille y así darle un potente golpe en sus costillas. Su expresión de dolor fue notable para todos y cayó al suelo, agarrándose con sus manos su parte lastimada, yo solo aproveche para tomar su cabeza y estampar su cara contra el suelo.

Presentador: ¡¡Y así es como sigue invicto nuestro campeón!! ¡¡SAM, EL DRAGON CALLEJERO!! /exclamó con emoción, provocando que los demás empezaran a ovacionarme/

Sam: ¿El Dragón callejero? Draven se esmera en dejarme en ridículo. /Dije para mí mismo en mis pensamientos/

Con el combate finalizado, salí del ring polvoriento y sucio que habían tomado "prestado" de la WWE. Al menos me hace sentir como aquellos peleadores que admiraba en la televisión cuando tan solo era un niño.

Me las arreglé para evitar a aquellos fanáticos que querían alguna foto o autógrafo de mi parte, pero yo no tenía ganas de aguantarles, así que simplemente de dirigí a la salida para ya irme, pero antes, fui interceptado por un tipo; de tez clara, ojos verdes, midiendo 1.80 m, cabello castaño con toques verdes a lado, una barba en forma de candado. Llevaba unos lentes circulares con cristales verdes y vestía un traje elegante de color blanco con varios toques verdes.