I- Kei tsukishima.

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3:47 a.m

La llave entró donde debía estar, la gran puerta abrió. Entró con silencio y se quito los zapatos
Fue a la cocina y bebió algo de agua, estaba sediento podía jurar que aquella noche que pasó había sido un desgaste.

Suspiro hondo sentándose en el sillón, la sala de star era grande para que solo una persona estuviese en ella.

¡A-ah! Amor ¿hoy vendrás a cenar?

Su querido comprometido esperaba por él. Todas las noches.

Hoy no puedo Yamaguchi, tengo cosas que hacer.

Siempre preguntaba como se sentía cada minuto, él llamaba mi nombre cuando no me dormía a su lado.

¿También vendrás tarde?

Le fastidia que no esté con él. Hoy era nuestro aniversario. ¿Y que hice? Le mande una simple carta de agradecimiento y amor que tuvo hacia a mí en los últimos 4 años.

Sí. Lo siento. Mañana saldremos, tengo el día libre.

Hace unos instantes vi aquel papel en la basura echa pesados. Sabía muy bien que esa era aquella carta.

No es necesario, mañana saldré. No estaré en casa. Adiós.

Y colgó.

Vi velas apagadas en la mesa, pequeñas flores que estaban regadas en el piso y maltratadas. Inservibles.

Ven con nosotros Tsukki, tienes que divertirte. Trabajas todo el día como una mula.

-No.

Anda, dices que mañana tienen planeado salir por su aniversario. Entonces esta noche no es nada.

-Kuroo, tú no entiendes.

Claro que lo hago amigo, ¿por qué te preocupa tanto? Su relación ya no funciona y tú no quieres arreglarlo.

-Eso no significa... nada... aún no hable de eso con Yamaguchi.

Tsukki tienes que hacerlo, estas ilusionando al pobre. Le propusiste matrimonio pero te diste cuenta que no eres feliz.

-Todo a su debido tiempo, no lo quiero lastimar más.

Escucha vayamos a despejar esas preocupaciones, si sigues así te saldrán canas verdes como decía mi abuela.

-Ja, que gracioso.

Anda, tsukki. La pasaremos bien.

-...De acuerdo, pero déjame avisarle a Yamaguchi.

¿Qué? Él no te dejará, dile que tienes más trabajo y no puedes ir a dormir. Es todo.

-...

Se levantó de descansar, dejó su abrigo y demás prendas por ahí. Subió las escaleras, quería hacer el amor con la persona que más adoraba.

Sostuvo la perilla con dudas sobre entrar o no, no pensó si Yamaguchi aún seguía enojado, lo necesitaba.

Abrió la habitación donde estaba el peliverde, pero lo único que encontró fue su ausencia.

Solo otra vez.Where stories live. Discover now