XVI

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Dedicadota a soobinietiny

Mirando el reloj con nerviosismo, Yeonjun guardó dinero y joyas que encontró por ahí. Sentía el estómago revuelto y la garganta seca. 

Un cuarto de hora antes de que llegara la medianoche, Yeonjun miró el pasillo y empezó a correr hacia las escaleras. No notó que Soobin ya no estaba en el despacho hasta el momento en el que lo empujaron escaleras abajo.

Los golpes lo aturdieron aún más y se tomó unos segundos para aclarar su vista y calmar el dolor. El zumbido en los oídos lo hizo perder la marca del tiempo. Yeonjun cerró sus ojos con fuerza para encontrarse a sí mismo, al abrirlos, Soobin estaba bajando los escalones. Ante los ojos confundidos del actor, el conde parecía un espejismo, con su ropa negra y su piel pálida.

Finalmente pudo levantarse, tambaleándose y sintiendo su cuerpo vibrar en una sinfonía silenciosa y absoluta de dolor. Se alejó de Soobin sin darle la espalda, Yeonjun chocó contra un mueble y empezó a toser, el sonido se hacía más fuerte con cada intento de tomar aire, su pecho dolía, como si por dentro se estuviera congelando tanto que comenzaba a quemar. Solo apartó sus ojos del hombre cuando vio lo que manchaba el dorso de su mano: sangre.

Del pasillo que conectaba el recibidor y la cocina emergió una figura alta y delgada, Yeonjun y Soobin voltearon a verle al mismo tiempo.

Kai.

Yeonjun hizo un esfuerzo enorme por dejar de toser y se enderezó lentamente, le dolía todo y costaba cada vez más enfocar. Soobin hizo amago de moverse, Kai dio un paso hacia el actor. La oscuridad y el silencio los observaban.

Cuando Yeonjun dio otro paso hacia Kai, Soobin habló:

ㅡNo te atrevas.

ㅡJamás me quedaríaㅡsusurró Yeonjun.

ㅡVas a volver a esta casaㅡdijo Soobin.

ㅡPrimero muerto.

Soobin y Yeonjun no se quitaban los ojos de encima. Kai se acercó sin que ninguno lo notara, y tomó la mano del actor para empezar a correr.

El corazón le palpitaba a Yeonjun con violencia y tenía un nudo en el estómago, el dolor se movía a todos lados con cada respiración.

Sintió como le presionaban del cuello y tiraban de él hacia atrás, sin embargo, su mano se negó a soltarse de la de Kai.

ㅡ¡Vete!ㅡgritó Soobin.

Yeonjun cerró los ojos cuando vio a Kai lanzarse contra ellos. El impacto no fue tan fuerte para él como lo debió ser para Soobin. En medio del desastre, se apartó de ambos, tosiendo y con la vista borrosa, el zumbido cubriendo sus oídos, el sonido de los golpes era distante, como un fantasma débil a punto de desaparecer.

Kai y Soobin estaban peleando. Ambos eran fuertes y se jalaban y empujaban entre sí. En algún momento, el juez tiró al músico al suelo y lo golpeó en la mejilla, pero fue apartado con un puñetazo en la ceja.

Levantándose, Kai empujó a Soobin contra una vitrina. La alfombra estaba manchada por la sangre que salía de los labios de Yeonjun. Al verlos a ambos, no notó una furia más grande que la otra o un porte superior. Eran iguales y tampoco parecían compartir ningún tipo de lazo, a pesar de los años que pasaron juntos observándose, enseñándose, temiéndose y disgustándose.

Cuando Soobin golpeó a Kai de nuevo, se preguntó si el juez en ese momento no estaría pensando en cómo lo vio crecer desde su nacimiento, si recordaba haberlo escuchado decir sus primeras palabras o dar sus primeras carcajadas.

Se hizo la misma pregunta cuando Kai atacó a Soobin. ¿No tendría en mente cómo había visto desde niño al hombre que creía su padre?, ¿alguna vez lo admiró? ¿Alguna vez habría sido abrazado por él? Si bien la sangre no los unía, sí lo hacía algo más fuerte; el tiempo y la crianza, ¿quien cortó el lazo primero?

Yeonjun no dejaba de toser. La sangre seguía saliendo y el aire era insuficiente.

ㅡ¡Yeonjun!

Kai lo tomó del brazo y comenzó a correr. Yeonjun le siguió el paso, confiando en él, porque el mundo había dejado y no volvería a ser un lugar exacto.

ㅡYeonjun, Yeonjun, mírameㅡKai sonaba tan...ㅡPor favor, mírame.

Lo intentó, pero al no lograrlo, se conformó con el calor de las manos de Kai en su rostro.

ㅡK-Kaiㅡtenía la garganta reseca, pero no importabaㅡ, te am-amo.

ㅡYeonjun, por favor, mírame.

Lo logró después de muchos intentos y desesperación. Kai estaba ahí, mirándole con unos ojos indescifrables. Yeonjun sonrió con ternura antes de besarlo. Fue el mejor de todos sus besos.

ㅡSiempre te amé.

ㅡYeonjun...

ㅡY-y siempre lo haré. Te amo, Kai.

Ya no había dolor. Ni sangre. Solo calor. Únicamente su amor.

Porque Yeonjun sostuvo la rosa con espinas hasta sangrar. Porque se aferró a ella con todas sus fuerzas y la sintió hasta el último momento de su vida, hasta el último suspiro.

El corazón de Yeonjun se detuvo el mismo día que inició la primavera de ese año, cuando los colores comenzaban a abrir sus pétalos y las fragancias a pintar el mundo.

Las flores nunca se habían visto tan hermosas. Los árboles jamás habían susurrado entre sí tantos secretos. Los pájaros no habían cantado tantas canciones igual de bellas que de dolorosas como ese año.

Yeonjun murió en los brazos de quien amó en vida. Yeonjun murió luego de un beso, luego de una declaración. Yeonjun murió en la cadena eterna del amor.

Yeonjun.


El epílogo y los agradecimientos ya están disponibles.

Hominum [Kaijun | Soojun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora