Chapter Nine

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Taehyung sentía que sus manos estaban casi a punto de congelarse por completo, pero tenía que aguantar solo un poco más, colocar el alumbrado de la parte de afuera de la casa, era divertido, pero le quitaba lo divertido el intenso frió que se había presentado, su madre había dado indicaciones, mientras ella se iba a comprar las ultimas cosas faltantes para la cena de navidad, él se quedaría en casa a terminar con el adorno, y por supuesto Jungkook estaba con él.

- ¿Seguro qué no quieres tus guantes? -pregunto Jungkook mientras miraba como prácticamente las manos de Taehyung temblaban.

- ¡No! Tengo que colocar los últimos detalles y luego me pondré los guantes.

Para Taehyung utilizar guantes mientras hacía algún trabajo, era muy incomodo, pues sentía que no podía ni siquiera sostener una aguja en sus dedos, así que lo mejor era, aguantar el frió como todo un hombre y seguir con su trabajo.

Jungkook rodó los ojos, Taehyung es terco como una mula, pero debía admitir que sigue siendo igual de lindo, aún así Jungkook siempre ha odiado personas como esas, pero Taehyung podía ser menos terco, miro la escalera que se encuentra justo sobre la pared para poder subir, camino hacía ella y se aseguro de que estuviera lo suficientemente firma como para que pudiera subirse, y entonces comenzó a subir.

Por supuesto Taehyung ni siquiera se había percatado de que Jungkook ya estaba a mitad de camino hacía arriba, y entonces termino de colocar las ultimas luces, su madre siempre ha sido una exagerada en cuestión de adornar, le gustaba ver casi cada rincón de la casa adornado, y podía comprenderlo, todo se podía ver más colorido y más animado, pero eso no cambiaría el hecho de que sintiera que es demasiado para el espacio de la casa, seguramente para su madre sería más que fabuloso tener varios arboles de navidad para poderlos adornar, pero por supuesto para Taehyung era totalmente diferente.

- Será mejor que te los pongas antes de que tus dedos se caigan -Taehyung dio un pequeño salto al escuchar aquello.

- ¡Mierda! -Taehyung sentía su corazón latir a mil por minuto-. No hagas eso, me haz asustado -Jungkook rodó los ojos al escuchar eso-, y no era necesario que subieras, ya iba a bajar.

- Eso dijiste hace diez minutos, y llevas aquí arriba más tiempo, ¿qué piensas? ¿Qué soy idiota como para creerte? Solo pontelos, no quiero que sufras quemaduras por frío.

Taehyung soltó un largo suspiro, y miro los guantes azules que Jungkook traía en sus manos, de inmediato se los arrebato, y se los coloco mientras no apartaba la mirada de Jungkook.

- ¿Feliz?

- ¡Sí!

- Ahora baja con cuidado, y espero hayas dejado algo sosteniendo la escalera.

- ¿Por qué lo dices? No es como si fuera a caerse.

- Lo digo porque el perro del vecino no le gustan las escaleras, y usualmente se la pasa arrastrándolas hasta tirarlas así que...

Y entonces un golpe sordo fue lo que se escucho, y está vez tanto Jungkook como Taehyung abrieron sus ojos en demasía al escuchar aquello, de inmediato miraron hacía abajo, encontrándose con un esponjoso perro de tamaño mediano, un pastor alemán de color totalmente negro mirándolos mientras movía su cola y soltaba dos ladridos.

- ¡Elías, no me jodas! -exclamo Yoongi hacía el perro quien de inmediato soltó otros nuevos ladridos.

A Taehyung le gustaban los perros, pero los prefería cuando eran pequeños, y eso lo había aprendido con una mala experiencia con el doberman de uno de sus amigos, pues el perro se le había lanzado prácticamente encima solo para saludarlo y darle demasiadas lamidas en el rostro, tardaron casi cinco minutos en quitárselo de encima, y Taehyung se había sentido sumamente asfixiado.

El de piel canela soltó un resoplido y frunció el ceño mientras miraba mal a Jungkook.

- ¡Te dije que pusieras algo!

- ¡Lo hubieras dicho cuando estaba abajo, no es mi culpa!

En eso Jungkook tenía toda la razón, pero ya no podían hacer nada, de nuevo otro ladrido los hizo dejar de mirarse, ahora el perro se encontraba ladrando hacía la escalera para después gruñirle amenazante, Taehyung sabía que Elías le tenía miedo a las escaleras, además de odiarlas a muerte por tirar a su querido dueño.

- Maldición -dijo Taehyung-. Elías -el perro lo miro mientras sacaba la lengua, jadeando y soltando el vapor por su hocico-, ve con tu dueño y por favor intenta que venga para ayudarnos.

- No creo que sea capaz de hacerlo.

- ¡No me ayudas Jeon!

Por supuesto Elías no fue de mucha ayuda, el perro estuvo un buen rato allí con ellos y después se fue, pues ya era la hora de comer, y para la buena suerte de ambos, las calles prácticamente estaban vacías, a excepción de los carros que pasaban por el asfalto, Jungkook y Taehyung se habían resignado a esperar a la madre de esté ultimo para que les ayudase a bajar del techo.

Christmas Boyfriend ❖ |kookv| [adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora