Hortensias en la azotea

Capítulo 8: Monstruo

Pecas

Ava me dijo que mañana tienes examen

de química ¿vendrás a estudiar?

✔️✔️

Pecas

¿Te pasa algo?

✔️✔️

Pecas

No me dejes en visto y contesta

✔️✔️

Pecas

Está bien, es tu promedio, no el mío.

Martín lanzó el celular lejos de su alcance y se recostó en la cama disfrutando de los pocos minutos que aún le quedaban antes de ir al colegio, el sonido de su otro teléfono hizo que se levantara de mala gana y encendiera la pantalla para encontrarse con más mensajes de Carter.

Carter

¿Qué le pasa a tu primo?

No sé, lo siento, no me escribas, estoy en

semana de exámenes en la universidad.

Martín vio que Carter estaba escribiendo de vuelta y enseguida apagó el celular ¿acaso no entendía la indirecta? Quería estar solo ¿Qué, acaso no bastaba con la forma en la que el pelirrojo lo torturaba en sus sueños besándose con Valentino? Ahora lo atormentaba con mensajes constantes.

"Ni siquiera entiendo por qué esto me molesta"

"¿A quién quiero engañar? Me molesta porque quiere decir que Valentino es mejor en algo que yo"

"¿Seduciendo hombres? Esto es ridículo, debería usar esto para burlarme de él, pero ¿por qué me siento tan mal?"

"Porque Carter me gusta y no quiero que esté con él"

—¡Ahhhh! Pero qué rayos estoy pensando, es ridículo— Martín caminó molesto por su habitación —no soy gay, solo es una confusión de la adolescencia. Algún día voy a mirar atrás y me voy a reír de esto.

"Cuando Carter se case con Valentino"

La imagen de ese escenario hipotético le causaba escalofríos y lo hacía sentir triste al mismo tiempo.

—¡Ha! No tengo por qué sentirme así, está bien que se casen no me importa— se cruzó de brazos —total, yo no voy a ser el que se levante todos los días viendo a ese pelirrojo irritante, ni tampoco voy a besarlo, ni tocarlo, ni tampoco...

Agachó la cabeza y dejó que la depresión le recorriera el cuerpo.

"Pero si yo no me quiero casar ¿por qué me siento mal?"

—¡Basta!— caminó hacia el espejo de su habitación y se señaló en el reflejo —escúchame Martín Almeida, tú eres un ganador y los ganadores no se deprimen por nada ni por nadie. Tienes un destino que cumplir y eso no incluye pelirrojos, ni bodas, ni celos. Tu futuro es ser el mejor futbolista del mundo, quedar en la historia y ser reconocido por todos.

"Así se habla"

Tomó su maleta de la cama, caminó con pasos firmes por el pasillo de su casa.