Highschool DxD: Red Monarch

12.- La tormenta que se aproxima

>Sale seguramente saldrá como el 9 de octubre, eso calculo más o menos.

>No puedo evitar pensar que todo lo que escribo transcurre demasiado lento, yo sabía que iba a ser un libro que lo haría lentamente, pero llevo 12 caps y apenas voy en el arco de Kokabiel... Bueno, cosas que tiene la vida, no cambiaré como escribo, pero si me dio alta paja ver lo mucho que me falta para terminar esta historia.

Sin más, disfruten.

'Pasos inquietos'

'Golpes secos'

'Afilar'

...

Las cosas habían salido tan mal en tantos sentidos.

La sala del club era abundado solamente por los sonidos tensos de los sequitos, quienes miraban fijamente a ambas exorcistas.

Las reacciones eran variadas, pero todas negativas.

Asia curaba a Issei con todo su poder, puso barreras alrededor de este e incluso hizo que Rassei electrificara la barrera, siendo que Rias le prestaba su mana para que continuara tratando la herida de Issei.

Pero incluso Asia, no quería voltear a mirar a las exorcistas... La iglesia casi le arrebata su felicidad, por segunda vez.

Simplemente había un limite de lo que una santa podía tolerar.

Rias pesé a que no les prestaba atención, ya que miraba al acostado Issei, su aura llena por completo de energías caóticas y violentas, era suficiente para saber que si ellas se movían... Morían.

Lo único que evitaba su muerte, era la promesa que tenía lo que evitaba que la mayoría aquí presente fuera a matar.

Sona estaba junto a ella, tanto para apoyar a Rias como para evitar que se saliera de control, aunque al principio se desespero, no ayudaría a Issei estando en ese estado.

Pero incluso si mantenía control propio, ella no haría nada si decidieran acabar con las exorcistas.

Akeno ya se había calmado, pues cuando llego, había llorado de preocupación y su furia había hecho que una estática se sintiera en el aire con aun más potencia.

Pero logro calmarse... Aunque aun se sentía la tensión eléctrica en el aire.

Koneko simplemente no tenía mente para enojo ahora mismo, solo pudo mirar a su sempai herido... Ella tenía tantas cosas que decir y no podía.

Su miedo y preocupación de perderlo aun se mantenía fuertemente en su mente.

Kiba por otro lado, había sacado varias espadas demoniacas, pero solo había estado afilándolas en silencio... Sin mirar fijamente a ambas enviadas, pero todos entendían su intención.

Si no fuera por la promesa que Rias le hizo a Issei, Kiba ya se habría tirado a matar.

Pero si Issei llegaba a no despertar, ya sea por coma o muerte. Kiba degollaría a ambas exorcistas.

Su mirada era la más grave en esta situación... Él odiaba la iglesia, la odia con todo su corazón... Ellos no trajeron nada a su vida, más que sufrimiento y odio.

El sequito de Sona miraba desde la distancia, ellos guardaron la compostura lo mejor que pudieron, pero la ira y resentimiento aun estaba ahí... 

Tsubaki, quien se mantenía como la de mente fría, tenía cierta mirada de indignación y desagrado cuando conectaba miradas con las enviadas.

Incluso Saji, que era quien más roces negativos tuvo con Issei, había mostrado cierto rencor por lo que sucedió.

Xenovia dio por hecho que moriría, pero creía poder postergarlo hasta terminar con Kokabiel... Luego, entregaría su vida por voluntad propia.