Parte 18

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Lucia caminaba sin rumbo por el palacio, su semblante era de molestia, por qué sus amigos aveces eran tan...tan exasperantes.
Pero lo entendía también, toda su vida se han echo bromas entre sí así que no era nada nuevo para ella pero aún así siempre terminaba algo molesta así que para relajarse se alejaba de ellos por un rato.

Estaba tan absorta en sus pensamientos que no logró esquivar a la persona frente a ella ocasionando que chocaran un poco brusco.

-quítate de...-no termina la frase al ver a la persona frente a ella-oh, yo...yo lo lamento-se disculpo apenada, sin saber qué hacer y maldiciéndose internamente por haber balbuceado, pero era de admitir que la sultana Jazmín tenía una postura que imponía respeto

La sultana se mantenía parada frente a ella mirándola con una sonrisa curiosa, pensaría que estaría molesta pero era todo lo contrario.

-tranquila, no te preocupes- su voz sonaba comprensiva-ahora dime ¿cuál es tu nombre?-

Lucia dudo un poco en si decirle quién era o no pero de todos modos lo terminaría sabiendo.

-soy Lucia...Lucia De Vil-la miró a la cara con seriedad, esperando algún desprecio de su parte como ya estaba acostumbrada cada vez que decía su nombre

-lindo nombre Lucia, eres hija de una villana cierto..?-Jazmín no pareció afectarle quien era

Eso la tomo por sorpresa, nunca nadie había tenido esa reacción.

-no saldrá corriendo, ni me despreciará por quien soy?-su asombro y curiosidad eran tantas que le importo poco contestar primero a su pregunta

Jazmin frunció levemente el ceño haciendo ver su desacuerdo ante lo que acaba de decir.

-la gente no merece desprecio ni ser rechazo por quien es o de dónde viene, todos nos merecemos respeto por igual-Lucía sonrió ante su contestación tan determinada

-ya que estamos un poco en confianza, puedo saber ¿por qué estabas enojada hace un rato?-Jazmín era aveces algo curiosa, siempre intentado saber la verdad de las cosas

La chica comienza a sentir un poco de vergüenza, no queriendo contestar con toda la verdad.

-mis amigos comenzaron a molestarme con algo, nada importante-hizo un ademán con su mano quitándole importancia pero a su vez su rostro refleja algo de desilusión

-conozco esa mirada-la apunto con una sonrisa-¿fue por un chico cierto?-

Abrió sus ojos de par en par, ni siquiera ella estaba segura si su enojo había sido por qué la molestaron o el verlo a él junto con otra chica.

-amm la verdad yo...-tartamudeo un poco-no lo creo jamas he sentido algo por alguien-murmuro sintiéndose patética

La sultana la miraba con ternura y comprensión.

-es entendible que aún no estés segura de tus sentimientos pero siempre recuerda esto-la tomo de su hombro haciendo que la mirara, escuchando atentamente lo que iba a decir-si en verdad sientes que esa persona te ama como ninguna otra en el mundo...entonces es la indicada-

Lucia trago grueso antes esas palabras y un revoltijo se instaló en su estómago, ¿qué una persona la llegara a amar? Eso era casi imposible, más aparte jamás había sentido el amor, no sabía que era, de que tratase, había escuchado hablar de él pero siempre terminaba en desgracia, tal vez por eso siempre era fría y cortante con las personas para jamás llegar a sentir aquel sentimiento.

Jazmin se despidió de ella, dejándola para que respirara un poco de aire y calmara sus emociones, agradecida camino a fuera de uno de los jardines.
Pensaba y pensaba de que es lo que debía de hacer y sentir, un debate que no parecía tener fin.

(...)

Lilibeth comenzaba abrir sus ojos, sintiendo mucho calor y como todo su cuerpo sudaba demasiado, con cara de sueño y una mueca de disgusto se sentó en su cama, aún lado se encontraba su novio durmiendo plácidamente.

-¿Por qué está tan caliente la habitación?-murmuro con desagrado y se levanto de su cama

Reviso el termostato de la habitación que marcaba los 29 grados, abrió sus ojos impresionada, ¡eso era demasiado para ella! por lo que tuvo que bajarlo hasta lo más frío, ahora entendía por que estaba sudando como pollo rostizado.

Poco a poco la habitación se fue sintiendo más fría, soltó un suspiro de alivio tomando de las botellas de agua que habían dejado para ellos, obvio la tuvo que congelar con sus poderes para que no estuviera tan caliente.

Una vez refrescada tomó una de las toallas, para poder bañarse, aún que ya no tenia calor sentía su cuerpo sucio por haber sudado tanto.
Se metió adentro en el baño de su habitación, se despojó de sus prendas y se metió a la ducha.

Mientras tanto Tobias aún seguía dormido pero eso no duraría demasiado ya que el frío comenzaba a invadirlo, despertando con pesadez miró hacia un lado notando que Lili ya no estaba en su cama.

Disgustado se paró y miró el termostato, ¡con razón hacía tanto frío! ella había bajado la temperatura, ¿acaso quería matarlo de hipotermia?

-Lili! ¿!Tú bajaste la temperatura!?-gritó fuera del baño, ya que había escuchado como se estaba bañando

-¡claro que no! Fue el fantasma quien lo hizo!-se escuchó del otro lado

-no seas sarcástica, ¿acaso quieres que mis poderes se desvanezcan?-le reprochó molesto-sabes muy bien por qué lo hago-no podía creer que no se acordara

Una enojada Lilibeth abrió la puerta encarándolo.

-se perfectamente lo que sucede, pero tampoco me puedo morir de calor-se cruzo de brazos, mirándolo con seriedad-también ten en consideración que mis poderes son opuestos a los tuyos, no van a desaparecer pero si los afectas-

Tobias solo suspiro, últimamente estaban teniendo peleas por cosas sin sentido.

-esta bien, perdón. No lo volveré a hacer-esta vez él cedió por que no quería seguir discutiendo y mejor decidió tomar un baño

Lilibeth se mantuvo parada en medio de la habitación, su cabeza estaba echa un lío, no sabía por qué estaban peleando tanto y un pensamiento invadió su mente "¿será que aún nos queremos?" Sacudió su cabeza sacando cualquier pensamiento negativo.
Tal vez esas peleas eran comunes en las parejas y pronto pasarían, llevaban tan solo 5 meses de relación era imposible que tan pronto dejaran de sentir cosas el uno por el otro.

Una vez que ambos estaban listos se dirigieron a tomar su desayuno. En el pasillo iban en total silencio, se sentían incómodos por qué ninguno de los dos sabía como comenzar de nuevo una conversación y ninguno quería estar así uno con el otro.
Tobias fue el que tomó la iniciativa al agarrarla de su mano para entrelazarla con la suya, acción que la tomo por sorpresa.

Lo miro sin saber muy bien qué decir a lo que él le sonrió.

-no dejemos que estupidas peleas arruinen las cosas entre nosotros-acaricio levemente su mano con el pulgar-así que propongo que cada vez que eso suceda, al terminar la discusión nos digamos un té quiero, más un beso para endulzar más las cosas-Lili no pudo evitar soltar un amago de risa ante lo último que dijo

Tobías hizo que detuvieran su andar para que pudieran quedar frente a frente, tomando sus dos manos.

-Mi Lili, te quiero demasiado-le sonrió y primero beso sus nudillos de la manos para después depositar un pequeño beso en sus labios

Esas acciones hicieron que el corazón de Lilith saltara de alegría, se sentía muy conmovida por lo que él estaba haciendo.

-me gusta mucho esta idea-asintió varias veces estando de acuerdo-yo también te quiero, mi Tobías-y de igual forma le dio un casto beso

Con eso pudieron seguir su camino, sintiéndose más a gusto.

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