𝓛𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓷𝓸 𝓿𝓮𝓼... •ᴊɪᴛᴢᴜ•

𝓒𝓱𝓸𝓬𝓸𝓵𝓪𝓽𝓮

–Ji, Ji, espera– La pequeña de tres años corría como podía.

–Vamos, si no me atrapas el chocolate será para mí–

Jihyo esquivaba todos los muebles de la sala sintiéndose una aventurera experta escapando de una terrible bestia. Sostenía el chocolate fuertemente en su mano, pues ese era el preciado tesoro que le había "robado" en su imaginación al terrible monstro.

Tzuyu la acorraló contra uno de los sillones.

"¡Oh no! La gran aventurera Park quedó atrapada por el terrible pero muy tierno monstro, Tzuyu ¿Qué debería hacer?" Narraba ella en su cabeza como si estuviera en una película.

–¡Mira, Tzuyu, un cachorrito!– Señaló detrás de la taiwanesa.

–¿Dónde?– La pequeña niña se distrajo el tiempo perfecto para que Jihyo corriera.

La mayor se reía a carcajadas mientras escapaba de vuelta, pero no tuvo en cuenta una simple cosa... Mirar hacia el frente mientras corría.

Chocó contra las piernas de su padre, cayendo de lleno sobre su trasero.

–Jihyo, bebé ¿Estás bien?–El señor Park se apuró en ayudarla a levantarse.

–Lo siento, papi, no te podía ver–

–¿Por qué?– Al adulto se le hizo curioso lo que su pequeña decía.

–Estaba corriendo de Tzuyu, por este chocolate–

La pequeña le puso en frente el paquete que ahora se doblaba por la mitad, pues el dulce dentro se había roto a causa del impacto.

–Oh, ten más cuidado la próxima vez ¿Sí?–La pequeña de ojos grandes asintió.

El timbre sonó, por lo que el adulto fue a atender.

–Tzuyu–La mayor la llamo. La otra niña era muy callada–¿Quieres chocolate?–

Antes de que la taiwanesa pudiera responder, Jihyo había abierto el paquete entregándole la mitad más grande a Tzuyu.

–Gracias, Ji–Ese era el apodo que usaba la menor para dirigirse hacia la coreana, pues aún le costaba demasiado pronunciar su nombre.

–Tzuyu, tus padres llegaron por ti. Despídete, Jihyo–

La mayor se abalanzó contra Tzuyu, abrazándola fuertemente.

–Ven mañana para jugar, te quiero–

Un rojo muy intenso se instaló en todo el rostro de Tzuyu.

–T-Te quiero, Ji–