Just a game [loki y tú]

[07. Depresión]

2013, un año después.

La chica se encontraba en su habitación, mientras que los demás vengadores estaban en la sala.

Hace un año, después del suceso de Loki, ella se aisló totalmente del mundo, se desconectó, como si no quisiera vivir sin el dios del engaño; sus mentiras, sus juegos, sus engaños, absolutamente todo llegó como un disparo a su corazón, y ahora no sabía como deshacerse del dolor.

Salía únicamente para comer algo a medias, a veces porque simplemente necesitaba aire fresco o simplemente porque necesitaba lavar su ropa. Pero la mayoría de su tiempo, estaba encerrada, sin asistir a las juntas, misiones o fiestas.

—Viernes, reproduce Ahora te puedes marchar, por favor. —pidió.

—En seguida, señorita Rogers. —respondió la inteligencia artificial.

La canción comenzó a sonar en toda la habitación, al mismo tiempo que ella meneaba la cabeza ligeramente de un lado a otro y jugaba con sus manos, recostada en su cama.

—¡Si tú me hubieras dicho siempre la verdad! —cantó a todo pulmón— ¡Si hubieras respondido cuando te llamé!

En la sala, los demás notaron la voz de la chica y la melodía resonando. Tony, consciente de la situación pero un poco irritado con la misma, rodó los ojos.

—¡Si hubieras amado cuando te amé, serías en mis sueños la mejor mujer!

—¿Cuánto tiempo lleva así? —preguntó Natasha.

—¡Si no supiste amar, ahora te puedes marchar!

—Un año. —respondió Steve.

—Todo por el patán de Loki... —irrumpió Tony, levantándose de su asiento.

—¡Si tú supieras lo que yo sufrí por ti, teniendo que olvidarte sin saber porqué!

—Un año, desde que la ilusionó, desde que ella cayó en su trampa amorosa. —continuó hablando, sirviéndose un poco de café— La usó, ahora está depimida. Casi no come, a duras penas sale de su habitación y cada noche, la escucho llorar desgarradoramente.

—¡Y ahora me llamas, me quieres ver! ¡Me juras que has cambiado y piensas en volver!

—Ella no quiere nuestra ayuda, se aisló.

—¡Si no supiste amar, ahora te puedes marchar!

—Tiene que salir, conocer gente nueva, es joven y tiene mucha vida por delante... —irrumpió Rhodes— ¿Y si le decimos a Bucky que la invite? Son amigos desde hace siglos, puede funcionar.

El capitán negó con la cabeza, sin gustarle mucho la idea.

—Ella no se siente preparada, no podemos obligarla.

—¡Aléjate de mí, no hay nada más que hablar! ¡Contigo yo perdí, ya tengo con quien ganar!

—Tienes que ayudar, Steve, eres su hermano. —tomó la palabra la espía— ___ no está bien, puede llegar a algo peor, a un suicidio si hablamos en casos extremos. Tiene que salir de esa depresión como sea.

Todos la miraron con gestos de preocupación.

—Perdón, ¿escuché mal o dijiste 'suicidio'?  —preguntó Stark.

—¡Yo sé que no hubo nadie que te diera lo que yo te di, que nadie te ha cuidado como te cuidé! ¡Por eso comprendo que estás aquí! ¡Pero ha pasado el tiempo y yo también cambié!

Steve, comprendiendo la grave situación en la que podía estar envuelta su hermana, y tomando conciencia de las palabras de sus amigos, decidió actuar.

No podía permitir que su hermana sufriera más por ese dios del engaño.

—De acuerdo, voy a verla. —dijo levantándose de su asiento y yendo hacia la habitación.

—¡Si no supiste amar, ahora te puedes marchar!