Este capítulo probablemente se mueve muy rápido (muy, muy rápido y sin detalles), lo lamento. Sin embargo, era necesario para asentar todas las cosas sin llevarme mil años tratando de explicar la situación.
También, incluso si algunas declaraciones suenan "simples" o "sin profundidad" es porque el trasfondo verdadero y sustancial se va relevando lentamente a lo largo de la trama (al igual que la relación y armonía entre los personajes). Después de este capítulo la historia mejora, ¡de veras! xD
--
En realidad, se siente exactamente igual que estar vivo. Sus piernas se tensan entre las ramas y su cuerpo suda bajo el sol. Incluso siente comezón cuando una rama golpea su rostro y su vejiga se llena a medio camino, obligándolo a detenerse para regar un árbol aleatorio en el bosque cercano a Konoha.
Neji se ríe brevemente mientras orina con tranquilidad. Jamás pensó que estaría tan agradecido por sentir todo eso otra vez, e incluso si no recuerda nada mientras estuvo muerto lo último que había sentido de sí mismo había sido mucho dolor y agonía. Escuchar los pájaros y sentir su corazón en su pecho es millones de veces mejor que experimentar en carne propia lo que era tratar de respirar con las tripas molidas por estacas hundidas por todas partes.
Su espíritu se anima solo con eso. Sabe que no es permanente, pero está feliz de ver Konoha una vez más. No tuvo el privilegio de regresar a casa cuando salió a la guerra y agradece silenciosamente tener la oportunidad de volver como prometió que haría, incluso si ahora es solo un fantasma enviado a una misión.
Sus pies siguen el camino familiar y adora el sonido de los pastos rompiéndose bajo sus sandalias. La primavera parece estar comenzando y el sol golpea su cuerpo, calentando su cabello y la línea de su rostro.
Casi no puede creer que esté muerto e intenta cruzar un árbol a la mitad. Su cuerpo rebota sobre el tronco y gira. Sus piernas reaccionan al rebote y cuando sube su mano sobre al cielo cubre el sol.
No es transparente. Tampoco ingrávido o vaporoso. Y claramente a los jefes del más allá se les olvidó darle el poder de atravesar las paredes y volar como los espíritus de todos esos cuentos absurdos de terror que TenTen contaba para molestar al grupo.
Deja que su corazón se pierda en la fantasía con esa idea y sueña con que puede volver a la casa. Quiere ver a todos, y está más entusiasmado de lo que había creído cuando imagina los rostros de Hinata y su equipo al verlo. Está seguro de que todos habían notado su ausencia y casi quiere correr y reírse, diciéndoles que nada de eso pasó.
Lamentablemente, pasó.
Neji se detiene en el borde del río circundante a Konoha y observa su reflejo algunos segundos mientras bebe agua. Su ropa es el uniforme Jounin con el que murió, pero no lleva la banda regulatoria shinobi atada a su cabeza.
Sus ojos pestañean y casi no reconoce su reflejo. Parece un abismo diminuto, o una diferencia sin importancia, pero la marca de maldición ya no está grabada en su frente.
Es algo natural, después de todo, Neji murió.
Aun así, no sabe si la imagen es reconfortante o dolorosa y toca su piel con la punta de los dedos, raspando el espacio vacío y escuchando la voz de su padre decirle que era por el bien del clan Hyuga.
Muchas veces miró su reflejo y odió la marca. Soñó con no tenerla. Soñó con ser de la rama principal, con ser libre. Lloró en secreto cuando su tío lo hizo sufrir con el castigo de su marca y temió por la responsabilidad del clan cuando Hiashi le dijo a Hinata que tenía que aprender a usar el jutsu de su frente para castigarlo.
