𝗠á𝘀 𝗤𝘂𝗲 𝗨𝗻𝗮 𝗣𝗮𝗱𝗮𝘄𝗮𝗻

3. La Persecución del Conde (1/2)

     Después de una larga y peligrosa persecución los Jedi finalmente encuentran al Conde Dooku el líder separatista, durante un heroico encuentro por capturar al Conde, Anakin Skywalker desaparece, tras perder contacto con Skywalker, Obi-Wan Kenobi y su Padawan se dirigen al ultima ubicación conocida de su amigo, una fragata separatista escondida en los remotos confines del borde exterior.
(Léase con vos de narrador de Clone Wars)


    Ambos Jedi se encontraban abordando la fragata con la máxima de las cautelas para no activar ninguna alarma, decidieron entrar por uno de los ductos de mantenimiento que usualmente usan los droides, una ves lograron entrar se quitaron los trajes espaciales para dirigirse al bloque de contención, dónde teóricamente si todo había salido según el plan se supondría que tendrían al joven Jedi, con extremo sigilo cruzaron por las pocas salas que aún les quedaban por recorrer para llegar hasta el bloque de contención, sin mucho esfuerzo y en poco menos de unos cinco minutos se encontraban en su destinó, ahora solo tenían que encontrar a su amigo, se aproximaron a una celda que el maestro pelirrojo abrió pero evidentemente no eran el prisionero que estaban buscando así que la volvieron a cerrar y Kaia abrió esta vez la celda pero no había nadie, Obi-Wan decidió entrar mientras que Kaia vigilaba, del techo salto frente a Obi-Wan el Jedi que habían venido a buscar pero en el proceso los asusto a ambos quienes extendieron sus sables color zafiro frente a él.

—Ah, ¿qué tal?—. Saludo el Jedi de cabello castaño reincorporándose frente a su maestro mientras que ellos volvían a guardar la hoja de sus sables.

—¿Así nos das las gracias por rescatarte? —cuestionó con cierto tono de sarcasmo en su voz guardando su sable así como su actual Padawan—, ¿saltándonos encima desde el techo? —. Le preguntó a su ex-padawan mientras sacaba su respectivo sable de luz para volver a dárselo.

—Es algo difícil sin usar un, sable de luz —dijo tomando su sable de la mano de su maestro—, gracias—. Le agradeció evidentemente por habérselo traído.

—Como sea les recuerdo que tenemos que irnos antes de que algún droide venga y alerte a toda la nave—. Dijo su amiga quien aun se encontraba a la entrada de la celda.

—¿Lograste localizar a Dooku antes de que te encerraran?—. Le cuestiono Obi-Wan, mientras los tres comenzaban a por el pasillo.

—Sé que está abordo— afirmó—, pude haber hecho algo al respecto de haber tenido mi ¡arma! —. Exclamo molesto sin mucho volumen para no llamar la atención.

Kaia rodó los ojos y dijo. —Ya deja de quejarte, te recuerdo que era parte del plan—. Le pidió caminando detrás de su maestro.

—Era importante que llegaras a la nave sin ella para que tu captura fuera convincente—. Explico sin mucha dificultad.

—Vaya que los convencí. Pero, ¿por qué siempre tienen que atraparme a mí? No se ve bien, mejor que atrapen a tu nueva Padawan—. Dijo con fingida molestia.

—¿El bebé Anakin esta celoso?—. Le preguntó volteándolo a ver a los ojos y un tonito de burla en la voz, él simplemente la miro serio y le dio un pequeño empujón.

—Cuando seas un maestro Jedi tu harás los planes—. Específico con obviedad.

—Precisamente, ¿cómo voy a ser un maestro Jedi si siempre me están capturando?—. Preguntó nuevamente con tono molesto poniendo sus manos a sus costados.

—Al menos serás el maestro de los capturados—. Bromeó y Kaia ahogo un risa sin mucho éxito, ganándose una mirada severa de su amigo.

—Qué gracioso—. Dijo con un tono sarcástico.

Tras su éxito liberando a Anakin el trío se dirigió a donde Anakin afirmaba que estaba el Sith y efectivamente allí se encontraba, meditando, al verlos evidentemente se mostraba molesto, Kaia por su parte había mandado la señal a Ashoka para que comenzaran con el ataque a la fragata, cosa que no tardaron demasiado en hacer por lo que pronto la fragata se encontraba bajo ataque y en alerta mientras que el Conde nuevamente en fuga, Anakin decidió seguirlo mientras que Obi-Wan y Kaia optaron por interceptarlo en el hangar, al llegar avistaron a Dooku subiendo a un velero solar para emprender su fuga a travez de la galaxia por octava vez en dos meses, esto ya empezaba a cansarles a los Jedi, pero igual iban a hacerlo si eso significaba traer el Conde ante la justicia; por fin Anakin se les unió, Obi-Wan pidió a Ashoka que los alcanzarán con refuerzos tan pronto le fuese posible y así con una nave robada comenzaron a dispararle a las escoltas que iban con Dooku, aunque lograron derribar un par y hacerle daño suficiente al Conde como para hacerlo aterrizar, también la nave de ellos resulto dañada por lo que terminaron estrellando la nave como últimamente se había hecho costumbre para ellos; al encontrarse en la superficie del planeta se toparon con la nave del Sith pero nadie abordo así que decidieron explorar un poco hasta que encontraron una cueva dónde los tres además de la evidente presencia del Conde sentían múltiples formas de vida a travez de la fuerza, al empezar a adentrarse dentro de la cueva encendieron sus sables para que les brindasen un algo de luz, ignorantes de que Dooku los observaba desde la distancia.

—¡Corran! —exclamo el maestro pelirrojo mientras él y su Padawan daban un salto al frente para esquivar las rocas que estaban a punto de aplastarlos, los tres lograron ponerse a salvo a tiempo pero no sin antes la joven Jedi golpear su cabeza contra el suelo quedando inconsciente, le tomo un par de minutos al maestro Jedi reaccionar pero estaba de pie nuevamente—, eso sin duda pudo haber resultado mucho peor, Kaia ¿estas bien?— pregunto sacudiéndose un poco pero no hubo movimiento o respuesta alguna por parte de su padawan—, ¿Kaia?— al ver que su no había respuesta por parte de ella se apresuro hacia su aprendiz quien justo ahora se encontraba boca abajo en el suelo—, Kaia vamos despierta —dijo con preocupación en su voz, poniéndola boca arriba cerciorándose de que tuviera pulso cosa que tenía, y entonces despertó haciendo una gran exhalación para sucesivamente levantarse de golpe—, ok, ok, estas bien tranquila, me asustaste.

—Lo siento, no era mi intención, aunque estaría bien no repetir nada de eso ¿no cree?—. Le pregunto a modo de broma para relajar un poco el ambiente.