2da Temporada - Capítulo 10

12 3 0
                                    

Dipper:

Mabel ha salido corriendo por la puerta y se ha metido en el bosque que yace atrás de la casa de la señorita Rose.

Vaya, no sé por qué no me sorprende.

Pero también me preocupa, y mucho: está lloviendo como si fuera el fin del mundo, y ese bosque no parece tan seguro como el de Gravity Falls.

Comienzo a correr tras ella, sin tener ni idea de cómo haré para atraparla. Prendo la linterna de mi celular para guiarme en la oscuridad.

Al principio me es fácil seguir el rastro: sus huellas quedan marcadas en el lodo, pero a medida que me adentro en medio de los árboles, el suelo comienza a hacerse más sólido y el ambiente más oscuro, y pronto me quedo sin huellas que seguir y no tengo más opción que guiarme por mi propio instinto.

Pero a los cinco minutos me doy cuenta que gasté ese tiempo dando vueltas en círculos. Este bosque es un maldito laberinto ¡Carajo Mabel! ¿En qué estabas pensando? ¿Cómo planeabas salir de aquí?

Comienzo a llamar a Mabel a viva voz:

-¡Mabeeel! -grito -. ¡Mabeeel!

Un fuerte trueno retumba en el cielo, haciendo un sonido estruendoso. Recuerdo que a Mabel le aterran los truenos, ha sido así desde que éramos pequeños. Lo normal en esta situación es que ella dejara salir un grito ¿Por qué no ha gritado? ¿Acaso no lo escuchó? ¿Estará inconsciente?

Nuevamente me doy cuenta que he dado por lo menos tres vueltas al mismo sector ¡Así nunca podré encontrarla! Necesito una señal, algo que me indique que está cerca. Llamarla ya no sirve: si es que puede oírme, no contestará.

Entonces, como si el universo estuviera respondiendo a mi pedido por una señal, algo llega a mi nariz: un olor, una fragancia a azúcar y flores, en otras palabras, el aroma de Mabel.

Pero el aroma no es tan fuerte, y tengo que hacer mi mayor esfuerzo para no perderlo y para que no termine por mezclarse con el olor a pino y tierra mojada.

Avanzo a paso rápido. El olor se hace cada vez más intenso. Debo estar muy cerca de Mabel.

Finalmente la diviso: sentada en el suelo lodoso, apoyando la espalda en el tronco de un pino, con la cara escondida entre sus rodillas. Corro hacia ella y lo primero que hago es tocar su mano: está heladísima, casi como una muerta. Pero todavía respira.

Levanto su cabeza para poder verla y gracias al cielo no tiene ningún tipo de herida, solo está mojada por la lluvia y las lágrimas. Acaricio su frente y su cabello, y me impregno de su aroma tan característico que me ha ayudado a encontrarla.

-Mabel -le susurro -. Mabel. Soy yo.

No despierta. Me pregunto si le pasó algo que la dejó inconsciente, o si solo está durmiendo. En cualquier caso, decido no insistir con despertarla.

-Tranquila. Vamos a volver a casa -con delicadeza, levanto su cuerpo y la cargo en mis brazos. Recuerdo que el año pasado, en Gravity Falls, estuvimos en una situación parecida y tuve que cargarla hasta la cabaña. Pero ese bosque me es muy familiar y conocía el camino de vuelta a casa: ahora no.

Estoy perdido. No recuerdo cómo regresar a la casa de la señorita Rose. Lo peor es que debemos estar muy profundo en el bosque ¿Cómo haré para volver?

Decido recurrir a mi última esperanza: el olfato. No soy muy bueno, pero intento distinguir algún olor propio del hogar de la señorita Rose, o de los límites del bosque.

Con mucho esfuerzo, logro distinguir el olor al humo proveniente de la chimenea de la anciana. ¿La habrá encendido para ayudarnos? Sigo el olor, que cada vez se hace más fuerte. Comienzo a correr, y aunque se me es difícil cargando a Mabel en mis brazos, no me doy por vencido y corro lo más rápido que puedo.

Tú Y Nadie Más (Pinecest - Resubido)Where stories live. Discover now