Miraculous/One Shot: Halloween

Noche de brujas; sin control.

Era octubre, el mes más esperado por algunos, ya que en determinadas partes del mundo se celebra la noche de brujas, Francia no es el caso, pero si podemos hablar de las grandes fiestas que se hacen el 31 de Octubre.

Aunque este año las fiestas están prohibidas, durante mucho tiempo fueron foco de grandes peleas y disturbios, el alcalde Bourgeois pidió a los parisinos evitar concentraciones ya que los ataques de Shadow Moth eran cada vez más frecuentes y violentos.

Y hablando del villano, nos vamos a la mansión Agreste, donde el dueño de esta se alistaba para bajar a desayunar y comenzar con su día, tenía el plan perfecto para que la noche de brujas sea su plan maestro.

Alegre salió de su habitación y empezó a bajar las escaleras, pero no pudo bajar más que dos escalones, ya que escucho dos voces conversando al pie de estás.

─Te digo que no─ musitó la voz de Nathalie en tono molesto

─Después de lo que has pasado creo que deberíamos hacerlo─ por primera vez en diez años, Gabriel escucho la voz de su guardaespaldas

─Ya estoy bien, y no veo razón para cambiar mí rutina por unos meses que estuve enferma─ bufo

─¿No te dio un lección?─ argumentó el canoso ─Tenias que usar muletas, casi parecía que estabas a punto de morir

─No vuelvas a mencionar eso, Adrien podría escucharte, el no sabe nada─ advirtió severa ─No pienso festejar mí cumpleaños, no insistas más Antoan─ suspira

─Bien, lo entiendo, pero mereces festejar tu cumpleaños, es un día sagrado.

─ Para ti y tu cultura, para mí no, odio cumplir años, no cumplimos nada, en realidad perdemos años de vida y cada vez me vuelvo mas vieja.

─No es así, cada año te vez más bonita. . .

─Gorilla por favor, déjate de tonterías, pensé que habíamos dejado esto atrás.

─Una sola cita y te la pasaste organizando la agenda, ni siquiera empecé.

─Soy difícil, no pierdas el tiempo conmigo.

─Esta bien, pero por el amor que te tengo quiero que estés bien, déjame organizar tu fiesta, hasta podría consultarle al señor Gabriel

─Ni se te ocurra─ lo interrumpió ─Si ellos se enteran tendré que festejar y no quiero

─Pero que eres testaruda mujer, ¿por qué tanto rencor por tu cumpleaños?.

─Ya sabes porque. . .

─Que sea justo esa noche no tiene nada que ver.

─Si, todos preferían ir a otras fiestas que a las mías─ se quejó

─Pero ahora es diferente, todos querrán venir.

─¿Todos, hablas de ti, Julia y los señores?─ se cruza de brazos ─Es patético, mejor hagamos como este nunca pasó y si dices una sola palabra te mato

─Bien, pero al menos concédeme que te lleve a cenar, insistó en hacer algo lindo por ti, te lo mereces.

─Lo pensaré.

Los dos se quedaron callados y Gabriel aprovecho para bajar, apenas lo vieron, ambos se pusieron firmes, este termino de bajar y los miro.

─Buenos días señor, la agenda ya está lista, la primera reunión será dentro de media hora con los inversionistas de Japón─ hablo la teñida en su característico tono formal