Viaje al mini super

Días de escuela

A mí padre le encantaba contarnos a mis hermanos y a mí cómo había conocido a nuestra madre.

Su historia parecía sacada de alguna película de Hollywood, ya sabes, una porrista y un miembro del equipo de fútbol del colegio perdidamente enamorados. Estoy seguro de que él me podría haber ayudado con todo esto.

De verdad lo extrañaba.

"Es un sentimiento hermoso y peligroso, te hará hacer cosas que ni tú sabías que eras capaz de hacer".

¿A qué se refería?

-Frentón -exclamó una voz familiar en mi oído.

Era Zenitsu.

-Quién diría que solo era necesario que te enamoraras para ponerte así -murmuró Genya.

-Parece que te convertirás en el nuevo Monitsu -mencionó Inosuke en lo que mordía una manzana.

-Es Zenitsu, Z-E-N-I-T-S-U -deletreo el rubio- ¿De verdad es tan difícil...?

Empezaron a discutir, como de costumbre.

-Necesito ayuda -le dije a Genya.

-¿Ahora qué? -preguntó quitando sus ojos de su tarea.

-No sé qué debo hacer.

-Pues declararte -aclaró con el ceño fruncido- creí que me di a entender con lo que te conté.

-Sabes que no es tan fácil.

-¿Cómo no va a ser fácil? -dijo Zenitsu, interrumpiendo su disputa con el de la máscara- solo vas, te pones frente a ella y le dices "me gustas", y ya.

Todos lo miramos con una cara seria.

-¡No me miren así, a mí me funcionó!

Estaba a punto de recordarle que estaba hablando de mi hermana cuando un aroma conocido me distrajo.

Eran Kanao y Aoi caminando por el patio de la escuela.

No sé si era mi imaginación, pero parecía brillar entre toda la multitud del lugar.

-Volviendo al tema... -escuché a Genya hablar- no creo que te rechace, Tanjiro.

-¿Eso crees?

-Sí, no te apures -dijo en lo que se recargaba en su asiento- estoy seguro de que ella siente lo mismo por ti.

Una parte de mí no quería hacerse esperanzas, sin embargo, una pequeña voz (curiosamente parecida a la de mi papá) me decía que no la perdiera.

-Además, planean quedarse un buen rato aquí. Tienes todo el tiempo del mundo para prepararte.

En ese momento, un grupo enorme de chicos de varios grados se dirigía a ellas con flores y cajas de chocolates en sus manos.

Las intenciones eran claras.

-¿De dónde habrán sacado esos chocolates...? -cuestionó Zenitsu- ¡Eso ni siquiera tiene sentido!

Casi todos estábamos desorientados, exceptuando a Inosuke que había empezado a comer lo que había robado del rubio.

-Ok, debo admitir que eso es inesperado -mencionó Genya, sorprendido-. Aún así eso no quita el hecho de que tengas una oportunidad, Tanjiro.

Y para mi mala suerte se apareció Jiro, que es considerado uno de los más populares y "guapos" de la escuela.