Alex se dirige a la cena familiar de todos los años ¿Qué podría salir mal? Todo... absolutamente todo.
Por error e impulso el tal vez haya dicho una pequeñita broma no tan heterosexual como respuesta a un comentario homofóbico que le hizo su familia...
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La cena familiar es a las 8 y apenas son las 7:32 , no vamos tan tarde.
Le echo un último vistazo a mi oufit, un suéter oversize rosa y jeans negros con unos tenis blancos. Demasiado simple pero muy bien para una cena familiar en donde hay puras arpías que te juzgan hasta por respirar.
-Ya baja, por favor -me dice mi mamá desde la primera planta pero no le hago caso y me sigo mirando al espejo, contemplado mi hermosa cara.
Dios espera, que no se como pudiste traer al mundo a tremendo bombón.
-¡Qué ya bajes Alejandro! -me grita, ahora mi padre, y esta vez no tardo ni un segundo en salir de mi cuarto.
Bueno, contemplar tremenda pieza de arte (o sea yo) será para después.
Bajo lo más rápido posible para no tener que escuchar por más tiempo los gritos de mi padre, solo con ese grito mi mano ya está temblado. Es un tic muy extraño que tengo desde los 9 años siempre que mi padre me grita. Aún no se porque lo tengo ni que significa, es muy raro.
Ya en la planta baja, mantengo la cabeza baja para no ver lo enojado que esta mi padre. Pero cuando subo la mirada no lo encuentro, al parecer el ya esta esperando en el coche. Solo encuentro a mi madre que esta excesivamente elegante mirando de arriba para abajo analizando mi ropa.
Oye no me mires así, no es mi culpa tener tanto estilo.
— ¿En serio? —pregunta con un tono tan irónico y divertido que me molesta.
— ¿Qué? — le pregunto, aunque sé que es exactamente lo que me va a reclamar
— Ves a tu familia una vez por año y te llevas esa ropa, es una falta de respeto total
Mamá que no vaya de traje no significa que le esté faltando respeto a alguien, AHHHH.
-No es tan importante, es solo una cena, mamá.- y sonrio para que no sienta que le estoy respondiendo o algo así.
-Y es la única vez que vas a ver a tu familia este año.
Yo solo le doy la espalda para dirigirme a la cochera donde mi padre ya esta esperando en el coche, no sin antes rodar los ojos. Pero antes de que me empiece a gritar por esa acción, doy un portazo con la puerta.
Mierda,ya valí madres. Dios ilumíname o elimíname. Aunque la segunda opción suena más convincente. En este momento solo tengo en la mente la canción; Run fast for your mother, run fast for your father, run for your children, for your sisters and brothers, leave all your love and your longing behind, you can't carry it with you, if you want to survive.
Me arrepiento lentamente mientras me subo al coche y apenas veo a mi madre salir me colocó los audífonos para que no se le ocurra regañarme, Ignoro las miradas molestas de mi madre y ni siquiera me atrevo a ver el retrovisor para no encontrarme con la mirada de mi padre.Veo rápidamente la pantalla del coche, 36 malditos minutos para llegar al restaurante en donde va a ser la cena familiar de este año.
