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Un nuevo día comenzaba, hoy el cielo estaba totalmente gris lo que era raro porque ahí no llovía tanto. Era de esos días para estar acostado todo el día, encerrados en casa todo el día como Peter y Lali estaban ahora

—No vas a decirme nada? Estamos así hace una hora -dice Peter que tenía a Lali encima de él, ambos se daban caricias en la espalda- hoy te despertaste cariñosa

—Tuve otra pesadilla

—Queres contarme?

—Es que...me da vergüenza

—Hasta desnuda te ví, de que vergüenza me hablas? -dice riendo- no tenes que tener vergüenza conmigo

—Vas a irte, no? -lo mira- no falta mucho para que te vayas

—Por qué decís eso?

—Porque lo siento, siento que cada vez está cerca el momento dónde tenés que irte y no estoy segura de estar lista. Sería egoísta pedirte que te quedes conmigo cuando tú verdadera vida está allá, lo que te gusta está allá, tu sueño está allá

Ella quizás esperaba que Peter le diga algo que la deje tranquila pero lo único que pudo hacer es abrazarla, eso no fue de ayuda porque ella empezó a dudar aún más cuando el no dijo nada. Aunque tampoco quiso pedirle que diga algo. Después de que Lali pudo decir su miedo pasaron quince días, quince días dónde ambos se callaron muchas cosas, dónde estaban más juntos que nunca amándose en silencio y dedicándose esos "Te quiero" que les daba cosquillas en la panza cada vez que el otro lo decía.

—¿Estoy lastimandote? -preguntó dudando, tenía una brocha en la mano poniéndole sombra en los ojos a Lali-

—No, Pitt -rie ella con los ojos cerrados- nueve veces te dije que no

Los maquillajes estaban desparramados por toda la cama para que Peter pueda verlos mejor, Él estaba sentado frente a Lali intentando que el párpado quede perfectamente pintado con una sombra que quedaba natural. En la relación que tenían no solo se basaba en tener sexo y darse besos apasionados, también hacían estás cosas que al otro le hacía bien. Se maquillaban ambos porque Lali amaba maquillar y sacarle fotos, Peter se dejaba porque amaba verla reír. Cocinaban aunque aveces salía mal, paseaban en la playa, miraban películas, leían libros, pintaban, cantaban mientras bailaban en la cocina y dormían abrazados al final del día, abrazados deseando que ésto nunca se termine.

—Es que no quiero lastimarte -siguio maquillando- Estás quedando re linda

—¿Si?

—Si -le dió un corto beso- no me resistí, perdón

—Mientras no me beses cuando tenga el labial puesto -sonrie- m

—Ya terminé con los ojos -dejó la brocha- ¿que me falta?

—Rubor y los labios

—Okey -agarró otra brocha más grande y le puso rubor apenas- y en la nariz porque te ves re tierna -le pone también en la nariz- tenés la nariz muy chiquita, sos tan linda

—La tuya es mini -le dió un beso en la nariz- es un poroto -ambos rien- dale, los labios y ya está

—Okey -agarró brillo labial pero antes de empezar a aplicarlo le dió un beso largo, siempre hacia lo mismo- Después puedo plancharte el pelo? -ella levantó el pulgar dando a entender que si. cuando terminó buscó la plancha del pelo para alisarlo, la conectó y se puso detrás de ella para peinarle el pelo mientras la planchita tomaba calor- No vas a contarme qué soñaste, no?

—No quiero hablar de eso, por favor

—Está bien, no hablemos de eso. Que te gustaría cenar hoy?

Señorita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora