Extra

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—Ruka-sensei ¿irá directo a casa?

Algo educado, Shinjuro le sonríe a la inexpresiva maestra mientras le habla.

—¿Rengoku-sensei? Sí, lo haré.

Él se anima.

—¿Quiere que vayamos juntos?

La mujer de pelo negro entrecierra sus ojos levemente mientras lo mira con cierta sospecha.

Era la segunda reunión de docentes en el año, siendo ya la mitad de este.

Y le resultaba raro que alguien se enfocara en ella.

Sobre todo un varón.

—¿Está... bien?

La sonrisa del hombre frente a ella se vuelve una gran sonrisa.

—Entendido.

Y siendo escoltada por él, Ruka sale de su sitio de trabajo.

[ · · · ]

Esto es incómodo.

Ruka traga saliva al tiempo que mira nerviosa al hombre que iba detrás de ella, a la izquierda.

Ciertamente era un buen método para escoltar una dama, pero a ella eso la ponía nerviosa.

Es la primera vez que camino con alguien del sexo opuesto ¿no? Uh...

La vida social de Ruka es pequeña. Por no decir inexistente.

¿Le molestará que no hable? ¿Que no diga nada?

Y las inseguridades asaltan a Ruka.

¿Quizás deba pensar en algo para hablar?

Vuelve a mirar discretamente al hombre que observaba distraído a un gatito caminar.

Pero... ¿de qué?

Era maestra de japonés, debía de tener algún tema ¿no?

...

¿No?

¡No se me ocurre nada!

Los nervios la ponían muy nerviosa.

No, no. MUY ansiosa.

—Shin-

Se calla al darse cuenta que debía toser.

—¿Eh? ¿Iba a decir algo?

Él se acerca a ella y queda a su lado, sin dejar de sonreír.

—Eso... —ella asiente—. Me preguntaba... —exprime su mente—. ¿Puedo llamarle Shinjuro-sensei, ya que usted no usa mi apellido conmigo?

Shijuro se queda viéndola, luego se sorprende.

—¡L-, Lo siento mucho! N-, No-, Mi idea no era sonar grosero, yo-, yo-

Al verlo entrar en pánico, ella también lo hace.

¿Lo dije muy agresiva? Hace tiempo no hablaba con alguien que no sean las maestras que ya conozco ¿lo habré echado?

Al entrar en pánico deja de caminar.

Su inexpresiva cara no varió.

—No estaba siendo grosero, simplemente pregunté si podía.

Shinjuro también se detiene y la mira.

Ay no. Ay no, ay no ¡Eso si sonó agresivo!

Presa de un pánico aún mayor, Ruka empieza a ver nerviosa hacia algún otro lado.

—Si no te molesta... claro.

Ella continúa caminando.

Detrás suya, el rubio había quedado estupefacto.

Luego de unos pasos más de ella, él vuelve a correr tras ella.

—¡Por supuesto! Siéntase libre de decirme como guste.

Shinjuro queda a su lado.

—También estoy viendo que vivimos para el mismo lado.

Ruka lo mira casi de inmediato, parecía sorprendida.

—¿En serio?

—¡Sí! Sería genial si fuésemos vecinos...

Ella mira al frente.

Tales casualidades no existen.

Pensó

[ · · · ]

Es broma ¿no?

Ambos estaban uno al lado del otro, frente a sus puertas.

—Nunca te vi salir ¿a qué hora vas a trabajar, Ruka-sensei?

Ella se sobresalta y lo mira.

—Normalmente a las cinco y media.

—¿Cinco-?

Él la mira con una cara extraña, luego ríe.

—Con razón nunca nos encontramos.

—¿A qué hora sale Shinjuro-sensei?

—Mm... normalmente a las seis, seis y diez.

—Eso es bastante tarde.

—¿Lo es?

Ambos se miran. Él sonríe.

—Entonces...

Él mira entre nervioso e incómodo otros lados.

Hora de despedirse.

Ruka suspira.

Abre su boca para iniciar una despedida, pero dice otra cosa totalmente distinta.

—¿Quiere comer algo?

Al darse cuenta de que dijo lo que una muy pequeña parte de su cabeza pensó, ella se tapa la boca.

¿Dije qué?

—¿Oh? Me interesa ¿Pedimos algo?

Él rápidamente corresponde entre sonrisas.

—Yo-, eso-

Ruka no sabe qué hacer.

Luego le llega una idea.

—Mn. Quisiera probar mi cocina.

—¿Es así? Espero y no sea el típico cliché de no saber cocinar jajaja-

[ · · · ]

Una gota de sudor se escurre por la frente de Shinjuro.

—Esto-, Esto ¿Ruka-sensei?

—Sé cocinar.

—Sí eso... eso lo veo ¿pero...?

—¿No gusta de algo de lo que hice?

—¡No, no! Para nada, todo se ve muy delicioso, pero... ¿tenía que hacer todo esto?

Frente a Shinjuro había una comida que muy bien podría ser servida en un restaurante de alto nivel. Casi que le daba tristeza el comerlo.

—No me gusta que mis habilidades sean puestas en duda. Por favor, no dude en pedir lo que quiera.

—Uh... sí...

Y él comió. Salió.

Y fue feliz.

Además, el conocer esa nueva faceta de la maestra que tanto le atraía... era lindo.

Antes de media noche - ShinRukaWhere stories live. Discover now