Marineford de Luffy | EN EDICIÓN |

10. La ejecución de Luffy en Marineford

Luffy camina lentamente por la plataforma de ejecución y honestamente ni siquiera está tratando de detenerse, el agotamiento solo tiene su ritmo marcado en un meandro. Uno de los guardias tira de sus cadenas con molestia, pero a menos que quieran arrastrarlo, Luffy no se mueve más rápido. Las escaleras se sienten como la pesadilla de su existencia y para cuando llegan a la cima, Luffy está tentado de caer hasta el suelo en lugar de quedarse de rodillas en donde fue empujado hacia abajo. Uno de los chicos de la marina, que debe ser importante porque tiene un sombrero extraño y adornos de ropa elegante, comienza a divagar más sobre su padre que nunca conoció, con quien Luffy todavía está un poco confundido, no es un dragón real, pero todos lo siguen llamando así.

Aparentemente, el nombre del hombre es Sengoku, lo dice al comienzo de su discurso, pero realmente no suena como si se estuviera presentando a Luffy, así que lo ignora. Debajo de él hay un mar de uniformes marinos y es la mayor cantidad de personas que ha visto en un solo lugar en su vida. Hay algunos que no están realmente vestidos como los típicos marines, Luffy cree que probablemente tampoco les gustaron los uniformes sofocantes.

A pesar de que quiere dormir, Luffy se toma el tiempo para mirar a su alrededor, tiene una vista del océano y de repente hay una sonrisa en sus labios. Ha extrañado mucho el mar. Todavía lo llama débilmente la aventura, y ya no puede evitar la sonrisa en toda regla, la alegría burbujeando en su pecho. El marinero debe pensar que es extraño porque hay una pequeña pausa en su discurso y Luffy aprovecha la oportunidad para inhalar profundamente, disfrutando del olor salado. Parece haber susurros a su alrededor, pero está ahogado por el sonido de las olas rompiendo.

"¿Alguna última palabra, hijo de Dragon?" Luffy reconoce la voz como el tipo Akainu e incluso su presencia no atenúa la sonrisa de Luffy mientras se aclara la garganta para preparar su voz.

"¡YO SOY EL HOMBRE QUE SERÁ REY DE LOS PIRATAS!" Es lo más ruidoso que ha hecho Luffy en semanas y el sonido reverbera alrededor de la pequeña ciudad, a pesar de un trasfondo de ronquera. Deja escapar una carcajada ante el eco cuando los marines lo miran en estado de shock.

Se siente bien gritar, respirar aire salado y sentarse al sol. Luffy se siente ligero a pesar de lo maltratado que está su cuerpo.

"... Ejecutarlo." Sengoku murmura en voz baja, casi dolorosamente, y los verdugos se colocan en posición. Luffy recuerda brevemente la vez que se apuñaló en la cara para demostrar que era valiente con Shanks. Eso le había dolido mucho, se preguntó si sería un sentimiento similar. Podría estar más cerca del corte de oso que recibió, sintió que todo su interior se iba a derramar en ese momento y, aunque le dolía moverse, si se quedaba quieto, estaba mayormente cansado, le dijeron que tenía algo que hacer, con pérdida de sangre y por otra cosa. ¿Qué era? ¿Porque estaba sacudido ... disparado ... sorprendido? Oh, estaba en shock, eso sonaba bien. Eso fue lo más asustado que había visto a Ace entre episodios de conciencia, aunque tal vez escuchar sobre Sabo era más o menos lo mismo. El barco de Sabo explotó cuando murió, Luffy se preguntó si su hermano estaba sufriendo mucho cuando sucedió. Esperaba que no. Los verdugos alzaron sus espadas hacia el sol en preparación.

Al menos llega a ver el océano.

"¡DETENGANSE" Una nueva voz sonó desde la distancia, la cabeza de Luffy giró hacia la fuente a unas cuadras de distancia por la familiaridad. Una chispa parece dispararse a través del área y Luffy puede sentir una ola pasar sobre él mientras varios marines comienzan a desmayarse a su alrededor, los verdugos dejan caer sus espadas al suelo.

"¿A-Ace?" La voz de Luffy se quiebra y farfulla. Apenas puede distinguir a su hermano pecoso en la distancia, pero su voz era inconfundible, y la furia que arde en sus ojos es definitivamente Ace. Junto a él hay alguien que le parece inquietantemente familiar y Luffy se toma un momento para parpadear, sin saber si está alucinando de nuevo.