Daddy | Short +18

Capítulo 5, parte II.

Efímero.

Han pasado dos días desde lo sucedido ese día en mi casa. Sí, dos días! No he podido dejar de pensar en él y como me tocó. Me he comido la cabeza pensando en si tal vez se ha arrepentido de lo que ha pasado o si se dio cuenta de que aún soy una niña. No lo sé.

De lo único que estoy segura es que no puedo negar que me ha encantado y la verdad estoy ansiosa por verlo nuevamente. Solo pensar en él y sus manos en mi..

Estoy sola en casa por lo que encuentro en interiores, y haciendo los deberes en mi habitación. Estoy exhausta de ello, esta semana son los finales y siento como que la cabeza se me va a explotar.

Retiro los libros y cuadernos de mi cama y me acuesto a descansar un rato, luego ya termino.

Siento unas manos recorrer mis piernas lentamente, hasta llegar a mi muslos internos y apretarlos con fuerza robándome un jadeo. Sus dedos rozan mi ropa interior y van subiendo hasta encajar en los bordes para luego..

Despierto.

Abro mis ojos y lo primero que siento es mi corazón completamente acelerado, luego noto lo sudada que estoy sintiendo mi pelo aferrarse a mi cuello. Me levanto de la cama y tomo mi toalla para luego dirigirme al baño a bañarme.

Salgo ajustando la toalla y me acerco a mi armario para buscar mi ropa pero veo desde el suelo una sombra sentada en mi cama y me volteo rápidamente.

–Dios mío, ¿Q-Qué está haciendo aquí? ¿Cómo entro?

Suelta una risita y siento como mi estomago se revuelve. ¿Por qué tiene que verse tan guapo ahí sentado?

–Bueno, lo primero es que tienes que tener más cuidado dejando tus ventanas abiertas. Segundo y esto es más una pregunta: ¿Qué hace una escalera al lado de tu ventana?– se levanta de la cama y se acerca poco a poco. Pero eso no es todo, de repente sus hermosos ojos tomaron un destello de duda. –¿Acaso un niño intentó venir?

Lo observo fijamente unos segundos y enternecida con el posible hecho de que esté celoso de un niño no existente hasta que recuerdo que no había hablado conmigo luego de lo que me hizo. No se de donde saco el valor pero me acerco mas a el y digo:

—M-Mire no estoy para estos juegos, por lo que le pido por favor que salga de mi cuarto. No le fue suficiente lo que me hizo y luego no volvió a hablarme? –Da un paso atrás asombrado y una sonrisa se instala en mi boca hasta que veo como sus ojos se llenan de picardía.

Se acerca hasta tenerme completamente atrapada y sin salida entre las puertas de mi armario. –¿Te preocupaste por que no me comunique contigo princesa? uh?

¿Dónde quedó tu valentía? uh?

—¿Te comió la lengua el ratón o qué?

—El ratón no pero espero que usted sí. -Acerca su boca a la mía hasta rozar nuestros labios y sentir su aliento. una de sus manos se encarga de subir por mi brazo hasta llegar a la orilla de mi toalla.