En donde Harry y Louis esperan con ansias a su cachorrito. El único inconveniente es que quizás su cachorrito no llegaba en el momento indicado.
Quizás debió llegar cuando por lo menos salieran de la escuela.
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Aclaraciones:
•Embarazo adolescente...
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Louis había regresado a la escuela, ya que no podía seguir fingiendo estar enfermo durante los siguientes cinco meses.
La madre del omega mandó a arreglar la falda de su cachorro, poniendo una banda elástica que se adaptara a la pancita sin llegar a aplastarla, Louis al verla había llorado porque podría seguir usando su falda durante un tiempo más.
Unos días antes hablaron con el director toda la situación, para que no hubieran malentendidos, ni inconvenientes.
Harry tomaba la mano de su omega mientras caminaban por los pasillos. Louis solo caminaba inseguro, traía puesto un gran suéter de su alfa por lo que su pancita no se notaba demasiado si solo lo veían de reojo.
—Quiero ir a casa, alfa— murmuró frente a su casillero al sentir que todos los observaban —Ya no quiero estar aquí— habló mientras metía sus libros en su casillero para volver a cerrarlo.
—Lou, debes venir a la escuela porque sino podrías repetir curso si bajas tus calificaciones, y tú no entiendes mucho por clases en línea— dijo posando su mano sobre la espalda baja de su omega para guiarlo por el pasillo —Además estaremos juntos, ¿si?. Y creo que le debes algunas explicaciones a Niall, así que ya es tiempo de que hablen.
Niall era un amigo bastante cercano de Louis. No le habían dicho sobre el embarazo, por lo que en cuanto su pancita se comenzó a notar, dejaron de juntarse. El ojiazul si iba a contarle, pero siempre terminaba posponiéndolo.
—Niall. Mierda— murmuró en queja. Sabía que tendría que decirle o explicarle si es que ya lo sabía, lo que era muy probable.
—Deberías hablar con él, corazón— sugirió el alfa con su tono de voz calmado —Era prácticamente tu mejor amigo. No creo que haya sido justo que le dejaras de hablar de la nada durante casi dos meses.
—De seguro ya me odia o algo así— murmuró sin mucho ánimo.
—Podrías al menos intentar explicarle la situación, omega.
—Lo intentaré...— Harry sonrió —...Durante el día.
—Está bien, corazón— pararon frente al salón, en donde le tocaba al omega clases —Cualquier cosa, por más insignificante que parezca, me avisas ¿si, omega?— soltó la mano del menor y besó sus labios.
—Si, alfa— murmuró antes de entrar y tener la mirada de todos encima
Avanzó a paso rápido hacia uno de los últimos asiento, suspiró cuando por fin pudo sentarse y abrazarse a sí mismo.
—Buenos días, estudiantes— saludó el alfa entrando al salón con su temperamento serio, y llenando de feromonas dominantes el lugar.
Ese aroma incomodó bastante a Louis, entonces soltó un quejido casi inaudible mientras rodeaba su pancita.
