𝗕𝗔𝗗 𝗥𝗘𝗣𝗨𝗧𝗔𝗧𝗜𝗢𝗡 | tener una mala
reputación no es algo raro si estudias
en la mítica clase e, pero que tu mala
reputación venga por tu sexualidad es
algo de lo que yukine no está orgulloso.
siempre trató de encajar entre el resto,
pero n...
🌱 𖣯 ،، CAPÍTULO DOS ... ᐢ..ᐢ « el primer día en tercero e »
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Un escalofrío recorrió mi cuerpo aquella mañana en la que iniciaría tercero en la clase E. Ya no estaba triste, pues gracias a mi nana logré recomponerme moralmente y salir adelante. Aún así, estaba nervioso. No tenía ni idea de cómo iba a ser aquella clase. Solo había oído rumores acerca de tercero E, por lo que, respirando hondo, me aferré a la idea de juzgar por mí mismo ya que no tenía una experiencia muy agradable con los rumores, después de todo.
Frotándome los ojos, me desperté y me levanté de la cama para después ponerme el uniforme y bajar a desayunar. Eran aproximadamente las cinco de la mañana, tal vez un poco más tarde, pero era muy temprano. Me costaría adaptarme al horario de la clase E y lo sabía, pero de momento tenía que mantener la cabeza fría. Seguía siendo mi primer día y si quería empezar de cero debía ser cauteloso.
Tras tomar el desayuno, salí en silencio de mi casa poniendo rumbo a la clase E, la cual para mi desgracia estaba a un kilómetro del campus principal, además de estar en una maldita montaña. No había mejor sitio para desterrarnos, por lo visto.
Caminé durante dos horas, pues a parte de que el camino era largo y agotador, era totalmente diferente al que estaba acostumbrado.
Al fin logré llegar, más cansado que al despertarme, pero conseguí llegar de una pieza. Conforme me iba acercando al edificio me iba fijando en lo deteriorado y sucio que estaba. La madera hecha añicos, mohosa y a punto de derrumbarse. Con cautela y en silencio, entré y busqué la que sería mi clase. Era un sitio minúsculo, por lo que no tardé ni dos minutos en dar con ella. Mientras caminaba, el suelo crujía a cada paso que daba, alertando a todos los presentes que había llegado. O al menos así lo percibía yo, como una entrada ruidosa y vergonzosa.
Pero parecía ser que nadie se había dado cuenta de mi llegada, pues desde fuera del aula se escuchaban las voces distorsionadas de mis nuevos compañeros conversar con tranquilidad sobre temas sin sentido.
Ahí fue cuando me paralicé de los nervios. Tenía tanto pánico de entrar ahí y también de fastidiarla que me quedé en la puerta escondido para que nadie me notase. Aún así, alguien sí que se dio cuenta de mi presencia, pues escuché una voz fuerte en el interior del aula que me hizo salir de mis pensamientos.
—Chicos, guardad silencio. Hoy vais a recibir a un nuevo compañero. Sed amables con él.—Explicó mientras los alumnos, en vez de guardar silencio, alzaban más la voz.—¡C-Chicos!
—¡Un nuevo compañero! ¿Creéis que será guapo?—Voces femeninas se oían en el interior, mientras que las masculinas eran más bien agresivas.
