El Esposo de Severus Snape [SNARRY OMEGAVERSE, SEVERUS SNAPE X HARRY POTTER]

Capítulo 2: Vida de Casados

Si Harry tuviera que describir la vida en aquella mansión con su esposo en una sola palabra, sería tranquilidad. Una tranquilidad que si era honesto jamás se permitió experimentar, en la casa Dursley los gritos y golpes jamás le permitían sentir aquella paz de la mansión, amaba Hogwarts pero en ella cada año su vida corría peligro o se encontraba estresado por aquel mundo del que nunca se sintió como totalmente suyo, en cambio, aquella mansión en medio del bosque le transmitía la tranquilidad que no pudo experimentar nunca.

Snape apenas y hacía ruido, siempre estaba en su estudio escribiendo o elaborando pociones, por lo que la mayoría del tiempo Harry podía vagar por el bosque, unicamente se encontraban a la hora de comer, cuando Snape le cocinaba y en las noches cuando ambos dormían en la habitación del mayor, siempre ocurría lo mismo, ambos se acostaban con una distancia prudente el uno del otro, y despertaban completamente abrazados. 

Entre aquellos días tranquilos Harry apenas noto el mes que transcurrió y cuando menos se dio cuenta, ya se encontraba con Snape en el callejon Diagón donde debían de comprar los materiales para su siguiente curso.

—Creo que ya compramos todo. — dijo Harry observando la lista que tenía en sus manos.

Snape simplemente asintió y ambos iban a regresar a casa pero el menor vio el Caldero Chorreante, por lo que le tomo la capa tímidamente a su esposo.

—¿Que ocurre? —

—¿Podríamos ir por una cerveza de mantequilla?— pidió tímido.

—¿Es enserio Potter? ¿Deseas emborracharte un día antes de entrar a clases? —inquirió el profesor negando con la cabeza.

—Solo será una, por favor. — suplicó haciendo su mejor cara de "cachorrito".

—Bueno, supongo que estaría bien tener una cita después de todo. —mencionó en un tono burlezco.

Harry por alguna razón sintió una revolución en su estomago, entre nervios por aquella frase y cierta decepción por el tono en que se realizo, sabiendo que era solo una broma del profesor, decidió entrar y sentarse en una mesa del fondo, pues desde el fin de la guerra obtenía aún más atención que antes, todos lo llamaban un heroe.

—Mira, ahí está Harry Potter. — se escuchó un murmullo proviniente de un grupo de hombres que apestaban a alcohol y feromonas de alfa.

—¿Cuánto a qué me lo tiro? —apostó uno orgulloso, a punto de acercarse a la mesa donde se encontraban.

—Idiota, esta casado. —le detuvó uno.

—No jodas. —pronunció decepcionado viendo como estaba acompañado.

—Yo escuché que fue arreglado. —agregó otro, dandole golpes en la espalda a su amigo para que se animará a "conquistar" al famoso héroe.

Severus claramente había escuchado aquello pero no emitió ninguna palabra ni cambio su semblante serio habitual, por lo que Harry comenzó a ponerse nervioso de que permitiera que aquel alfa lo fastidiase pero cuando aquel se acercó fulminó con la mirada a aquel extraño.

—Hola lindo, ¿quieres tomar algo? — invitó aquel alfa con una cara que a Harry le produjó nauseas.

—Largate. — exclamó con voz ronca Snape.

Harry sintió como las hormonas de Severus se esparcían por la mesa, en su presencia jamás las había liberado, y por la falta de olfato de Harry nunca había podido percibir de forma correcta el olor de su profesor, olía a café con un ligero toque de chocolate, Harry por un momento se despegó de la realidad debido a aquel olor que lo hipnotizo por unoc cuantos segundos. Cuando volvió a la realidad observó como Severus y el extraño lo observaban, esperando que él decidiera que hacer.