Prólogo

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« El sueño es un ideal que comprende un sentido de posibilidad , más que de probabilidad, de potencial más que de límites. »

Uno de sus más grandes sueños era ser un diseñador de modas con reconocimiento a nivel mundial, ver sus hermosos diseños ser mostrados al mundo por bellas o atractivos modelos en Milán o en cualquier otra increíble ciudad de la moda. Sin embargo, no todos los sueños son fáciles de cumplir, había recibido una magnífica oferta para estudiar en la mejor universidad de Estambul creyó que esa era la señal que tanto estuvo buscando y así dar el primer paso en su largo camino en busca de sus sueños.

Esa misma tarde, después de recibir la convocatoria fue por su hermano al colegio y le contó sobre su posible viaje a Estambul. Su hermano menor se emocionó mucho por la noticia aunque se puso triste ya que ambos eran muy unidos y les sería difícil separarse. A pesar del pequeño inconveniente decidieron que era lo mejor para Hyungwon así que al llegar a casa llamaron a sus progenitores para contarles, más no recibieron respuesta alguna y supusieron que seguían trabajando.

Entrada la noche, los menores de la familia Chae se encontraban viendo una película de acción, sus favoritas, cuando una extraña llamada irrumpió con su tranquilidad y rompió sus corazones en segundos. La llamada era del policía informado la trágica muerte de sus padres en una explosión dentro de su boutique que con mucho esfuerzo habían logrado crear. Al parecer se trataba de una falla eléctrica qué causó solo la muerte inmediata de los señores Chae ya que el resto de los empleados se había ido temprano.

Con ayuda del seguro, Hyungwon pudo pagar los gastos funerarios de sus padres y cubrir una que otra deuda de la boutique. Guardando todo el dolor que sentía por perder a ambos padres así como sus recuerdos, vendió la casa junto con otras pertenencias que le habían dejado a excepción del automóvil de su padre, según Hyungwon les sería de mucha ayuda. Tomó a su pequeño hermano y aceptando la beca de la universidad en Estambul, se fueron juntos a empezar desde cero una nueva vida con muchas complicaciones de por medio. Por todo el amor que les guardaba a sus padres juró proteger y dar lo mejor de sí para que nunca le faltara nada a su tierno hermano Jimin.

—Hyungwon no sé si sea buena idea irnos de Esmirna, mis amigos están aquí, mi escuela, todos nuestros recuerdos en familia se quedan aquí.

—Chimchim sé que es difícil dejar todo atrás pero en la otra cuidad también puedes hacer nuevos amigos, además encontré una buena escuela para ti y con respecto a nuestros padres... Ellos estarán a donde nosotros vayamos— dijo el peliblanco con una sonrisa triste adornado su bello rostro.

—Si tú lo dices Wonnie—respondió el castañito haciendo un tierno puchero. —¿Cómo haremos para sobrevivir en esa ciudad?

—Pues... conseguí un empleo de medio tiempo en una cafetería y con lo que nos queda de la venta de la casa estaremos tranquilos. Compré un lindo departamento algo pequeño pero es suficiente para nosotros dos.
El castañito solo asistió regalándole una sonrisa sincera a su hermano mayor.

– Estaremos bien, le prometí a nuestros padres que te cuidaría y así lo haré —dijo Hyung sonriendo hacia su pequeño hermano quién estaba cayendo en las profundidades del sueño. —Te quiero pequeño.

Con 4 horas y media de viaje en el carro que era de su padre, comenzó su larga travesía hacia una oportunidad de vida. Sin duda alguna se esforzaría en darle lo mejor a su hermano. Lo merecía, ambos lo merecían, ya habían sufrido suficiente con la muerte de sus padres y no pensaba perder a lo único que lo mantenía con vida, su hermano, su mayor adoración.

✨✨✨✨

Después de mucho trabajo y esfuerzo logró formar su propia marca, una maravillosa y rentable empresa de tecnología. Justo estaba cumpliendo un año de su apertura y por increíble que pareciera a los seis meses de haber abierto sus puertas ya había recuperado cada lira invertida; se esperaba un futuro prometedor para la empresa. Sus padres estaban más que orgullosos de su único hijo, pues al ser de una familia de clase media consiguió crear su propio patrimonio a una edad tan temprana. El joven Hoseok tenía tan solo 21 años cumplidos pero eso no desacreditaba el potencial con el que contaba y la empresa bien cimentada lo abalaba.

—La fiesta es maravillosa madre. Gracias por organizar todo —dijo con una gran sonrisa Hoseok.

La mujer sonrió besando la sien de su hijo.

—Es lo menos que podía hacer por ti Seokkie, te mereces esto y mucho más. Has trabajado mucho por lo que hasta hoy has conseguido. —dijo con orgullo su madre.

—Tu madre tiene razón Seok, has hecho un buen trabajo y reconozco que al principio dudaba que fuera funcionar pero ya vi lo muy equivocado que estaba —reconoció el señor Lee.

Hoseok abrió sus ojos sorprendido pero terminó sonriendo.

—Pues si dudaste de mí nunca lo supe porque ambos me apoyaron en todo momento y lo siguen haciendo —dijo el joven pelinegro de blanca piel.

—Eres nuestro único hijo como piensas que no te apoyaremos, incluso si te conviertes en un asesino seremos tus cómplices — dijo entre risas la hermosa señora Lee.

Hoseok se sonrojó permitiendo que los cálidos brazos de su madre lo envolvieran como si fuera un pequeño niño y no un hombre que le doblaba en tamaño.

—Madre sabes que nunca haría algo como eso, ni siquiera soy capaz de matar una simple hormiga mucho menos a un hombre.

El señor Lee asintió con una pequeña sonrisa.

—Y es por eso que estamos orgullosos de ti Seokkie eres un hombre con gran corazón —exclamó el mayor. — Serás un gran padre y esposo cuando llegue su momento.

El menor suspiró mirando a un grupo de niños correr alrededor de él.

—Ser padre es uno de mis grandes deseos, pero hasta que no tenga una estabilidad en mi vida y mis finanzas no voy acelerar las cosas —dijo con convicción. —Además aún no tengo pareja y ese es un gran factor.

La mujer asintió comprensiva.

—Bueno en eso tienes razón, cuando estés listo lo sabrás y todo será más fácil —comentó el hombre. —Cuentas con todo nuestro Ho.

—Muchas gracias —asintió con la mirada perdida. — lo tendré en cuenta.

El joven pelinegro sonrió hacia sus padres, estaba seguro que trabajaría hasta el cansancio para ser el mejor padre y darle una buena vida a su futura familia.
Quería tener estabilidad y aunque por sus preferencias fuera un poco más difícil cumplir con su mayor deseo no se daría por vencido, además era muy joven por lo que tenía mucho tiempo por delante.

Diseñando tu bebé 👣 (En edición)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang