Todo por un Sí - #1 [Editando]

CAPÍTULO 7

Emma.

Estoy en el coche de Emily, en el asiento del copiloto. Ella va conduciendo al restaurante en el que hemos quedado con Alex y sus amigos. Amigos que no conozco y por ende, no sé si les caeremos bien, espero que sí, sino va a ser muy incómodo.

Aunque para incómodo la situación en la fiesta, estábamos genial y después él cambió toda su actitud y no me hablaba. Creo que es una de las situaciones más vergonzosas que he tenido la desgracia de experimentar.

También me he puesto al día con Emily al principio del trayecto, ya que el restaurante está un poco lejos. Hemos hablado de esta semana, porque no nos hemos visto mucho, solo en el instituto y a veces ni siquiera coincidía con ella.

Le he contado sobre la fiesta, pero sin entrar en muchos detalles. Si ya de por sí me da vergüenza la situación con Alex, mucho peor sería contárselo a Emily, no quiero que piense que soy una patética por estar detrás de alguien que no quiere verme. Una cosa es que se lo cuente a Margot —porque con ella tengo un tipo de conexión muy distinta a la que tengo con Emily o Keith, no sabría muy bien cómo explicarlo, pero sé que la tengo—, y otra cosa es a Emily. No, no pienso contarlo, de hecho no quiero volver a pensar en ello.

Y, hablando de Margot, llevo dándole vueltas desde ayer a lo que pasó en su casa. Cuando le pregunté sobre qué pasaría si Alexander me besaba, todo lo que pasó después lo tengo en una nebulosa confusa. O sea, sé lo que pasó, de hecho, lo sé muy bien, pero no con tanto detalle, sinceramente no sé ni de qué estaba hablando Margot.

Solo sé que cuando se acercó más a mí, yo quedé en una especie de trance del que no podía salir. De hecho, luego me quedé como una tonta ahí parada, sin ni siquiera escuchar a Margot, la cual me estaba llamando. No sé qué pensó en ese momento, pero espero que no sacara conclusiones extrañas. Aunque tampoco se podían sacar muchas conclusiones, ¿no?

Me refiero, solo me estaba contestando a la pregunta que le hice. Pero luego lo pienso por otro lado y había un ambiente raro, incluso podría decir que tenso. Creo que nunca me he sentido tensa con Margot. Bueno, a veces me pasa cuando se pone en modo cariñoso y protector, pero no es una tensión mala, es... Tampoco sabría explicarlo.

Dios, esto es un lío. Ojalá poder sacarle una respuesta a todo en cuestión de segundos, me facilitaría mucho las cosas, enserio.

—¿Emma?

Me sobresalto cuando escucho la voz de Emily. Estaba tan sumergida en mis pensamientos liosos y extraños que no me he dado cuenta de que el coche se ha parado.

—¿Qué pasa?

—Ya hemos llegado, ¿estás bien? Estabas como muy... ¿En tu mente?

—Perdona, estaba pensando en... —Ni de broma voy a compartir lo que estaba pensado con nadie, así que decido cambiar de tema—. Bueno, da igual. ¿Bajamos? —Pregunto, intentando que se olvide de que acabo de decir algo sobre mis pensamientos, casi estoy rezando para que no me pregunte al respecto.

—Claro —me sonríe, luego bajamos del coche, como he propuesto anteriormente y andamos hacia la puerta del restaurante.

Cuando nos acercamos, vemos que a un lado del local están Keith y Margot, así que cambiamos el rumbo de nuestro camino y nos acercamos a ellos. Me sorprendo cuando miro a Margot y veo lo guapa que está hoy. A ver, Margot es guapa de por sí, y no lo digo yo, lo dicen sus genes, pero hoy está muy guapa. Sobre todo porque la falda de cuero negra y esas botas le quedan de escándalo.

Me fijo luego en Keith, que va de negro, como siempre. Cuando estamos bastante cerca, tira el cigarro que fumaba al suelo y lo pisa. Agradezco interiormente que me tenga en cuenta, porque los tres saben que no hay cosa que más odie que el humo del tabaco.