1.

380 32 5
                                    

Fiestas y nudistas

Su mano se mueve de forma rápida sosteniendo la pluma para lograr escribir al pie de la letra todo lo que sale de la maravillosa voz de Changkyun, su profesor. Aunque el gusto de dictado no dura mucho porque de repent en su regazo cae abruptamente un pedazo de papel.

Suspira y con sus manos temblorosas toma la hoja.

Mantiene la mirada fija en el papel, dudando si desenvolverlo sería buena idea.

—Hey —susurran delante de él. Por instinto levanta la cabeza y se topa con la mirada divertida de Jooheon, su compañero rico y fiestero quien por arte de magia y unos fajos de dinero había logrado pasar de semestre.

Lo ve haciendo una mueca con sus labios, arruga la hoja y la esconde en su mochila que reposa sobre sus piernas.

Cuando vuelve a alzar la mirada Jooheon mueve sus labios lentamente.

—Léelo —pronuncia sin crear sonido alguno.

Kihyun vuelve a normalizar su rostro y niega con la cabeza para susurrar: —Me meteré en problemas si me atrapan.

Jooheon ríe tranquilo y en silencio para negar divertido.

—Eres un cobarde, admítelo.

Está vez su voz es un poco más alta pero no lo suficiente como para que el hombre reposando su escultural cuerpo en esa mesa de caoba mientras menea su pierna derecha y la izquierda se mantiene firme en el concreto cubierto de madera sigue explicando el porque las razones financieras deben de ser memorizadas y la diferencia que existe entre las de rendimiento y las generadoras.

Se pierde en el aura de su profesor, el día de hoy viene con un traje marrón que resalta sus delgadas pero fornidas piernas al igual que el resto de su cuerpo. Cuando lo ve ponerse de pie su corazón se acelera pero así como se acelera deja de latir para volverse de fuego cuando ve que se acerca al pupitre de su archienemigo de calificaciones, Hyungwon, el chico popular abiertamente gay que todo el mundo adora.

Kihyun gruñe mientras observa al chico popular preguntarle al profesor si está bien aplicada la fórmula de una de las tantas que le dio para estudiar el fin de semana pasado con un tono solo suave y que el casi podía jurar, amigable.

Aturdido y molesto, bueno en realidad celoso decide hacer el acto más desvergonzado qué en su vida había hecho para llamar la atención de su maestro.

Claro que en la realidad no se consideraría cómo tal un acto desvergonzado pero para su mundo correcto donde seguía las reglas al pie de la letra: lo era.

Toma el papel en sus manos y lo desenvuelve, un: ¿Vendrás este viernes a la fiesta del solecito?, extrañamos a Kihyun stripper acompañado de dos corazones. Las mejillas del pequeño celoso arden recordando que la última vez que su cuerpo fue inyectado con alcohol, hace dos meses para ser exactos, termino en la cama de un desconocido no tan desconocido, Hyunwoo, el hermano del chico popular. Lo peor de todo era que estaba acostado en su cama desnudo y no precisamente porque tuvieran sexo o algo parecido. Si no porque según las palabras del chico, Kihyun le había gritado por la madrugada que sentía su cuerpo arder y que sus sábanas eran demasiado lisas y frescas.

Traga saliva al recordar tan descarado acto de su parte y ahora encorvado y sonrojado siente su valentía desaparecer.

Pero parece ser demasiado tarde cuando intenta arrugar de nuevo el papel por que de forma fugas una mano delgada, varonil y un poco fría se cuela entre las suyas y le quita de forma brusca el papel.

Da un brinco en su asiento para alzar la
mirada y hundirse en este mismo cuando ese hombre que había robado sus sueños y que al igual que uno que otro compañero les había logrado sacar una erección.

Le mira de forma ¿divertida?

El gesto de confusión se hace presente en su rostro, el docente al notarlo cambia su semblante a uno serio y suelta un gruñido acompañado de unas severas palabras.

— Bueno, agradezcan a su compañero Yoo. Tomen una hoja de su cuaderno, haremos una pequeño examen.

Los quejidos comienzan tan pronto y tan alto pero son ahogados con la mirada que lanza a sus alumnos para regresar a ver al joven que tiene la cabeza tan baja y los hombros tan caídos.

Sonríe con arrogancia y le dice mientras extiende la hoja a su alumno y se inclina a su altura buscando ponerlo más nervioso—: Digame Yoo Kihyun ¿No cree que en estos momentos también hace calor? —la burla y la chispa en su mirada le revuelve las entrañas repletas de todo tipo de sentimientos pero entonces el mayor pasa la lengua por sus labios y Kihyun pierde la cordura cuando esté cierra con broche de oro con su ronca voz en alto— No es malo que tenga un hobbie por el nudismo, lo malo es que sea señalado.

El mayor es consciente que ninguna de las palabras que el soltó son apropiadas, pero vamos le encantaba el rostro de su alumno ser coloreado de carmesí y la extraña forma en la que apretaba sus manos cuando algo o alguien lo molestaba. En general disfrutaba cualquier diminuto gesto que Kihyun hacia.

Era único y su favorito en clases.

El rostro del expuesto arde más y un nudo de coraje se instala en su garganta, escuchar la risa de sus compañeros lo cabrea demasiado quiere insultarlo y decirle que no es justo. Pero en cambio alza su rostro y lo observa; sabe muy bien jugar sus cartas al igual que sabe que su mirada puede intimidar.

La valentía que creía nunca volver a encontrar brota en él y suelta una sonora falsa carcajada que hace callar al salón entero para tomar sus cosas y huir de la clase dejando con la palabra a su profesor favorito.



No gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora