El novio de mi mejor amiga

12. La estatura perfecta

- Jungie, es bueno escuchar tu voz.

- Jinnie ¿Cómo estás?

Era martes nuevamente y después de la sesión de besos, Lip no se había comunicado con Jinsol.

Se encontraba en su estudio, con un par de gotas frescas sobre su ropa de pintar. Observaba el cuadro frente a ella, nuevamente y de forma inconsciente, la había dibujado, esta vez con muchos más color que un gris retrato.

- No ha pasado mucho desde que te fuiste.

- Eso es porque tu vida apesta sin mí - su intento de broma funcionó cuando la escucho reír.

- Sí... hemos estado peleando mucho - su voz disminuyó, dedujo por el horario que aún estaba en el colegio, pero no tardaría mucho en salir - Dai y yo.

- ¿Quieres contarme?

Escuchó un suspiro - Está volviéndose loco, hice lo que dijiste y ahora cree que estoy engañandolo.

- Esa sería una gran lección para ese infeliz.

- Conocí a alguien - soltó.

- ¿Alguien nuevo? - con miedo preguntó.

- Nada especial, un chico con quién me cruce en la biblioteca - Jungeun se sentía como una adolescente a punto de descubrir si la persona que le gusta le correspondía - Me besó.

- ¿Qué sentiste?

- Dai estaba ahí.

- ¿Sentiste que Dai estaba ahí? - aunque su voz era seria tratando de ocultar sus nervios, Jinsol rio por su inocencia.

- No, él literalmente estaba ahí.

- Oh mierda.

- Sí, fue una mierda - desde su lugar, Jinsol se dejó caer en la silla, mientras veía por la ventana a sus alumnos disfrutar del receso - Me gritó, y no paraba de cuestionarme.

- ¿Qué hiciste?

- Le respondí que era un idiota - el corazón de Jungeun latio mucho más de lo que ya lo hacía y una leve sonrisa apareció en sus labios - No tiene derecho a reclamarme nada cuando él está casado. Se lo hice saber.

- Wow eso es...

- No sé que me sucedió, mi cuerpo se llenó de coraje. Jungie deberías haber visto el cinismo en su rostro ¿Cuándo amas a alguien no debes desear su felicidad? Porque lo único que ví en él fue posesión.

- No quiero ni imaginarlo - la castaña apretó los dientes - Y este chico... - con su dedo índice dibujó invisibles círculos - Suena agradable. Es igual de nerd que ti por lo que me dices.

- Lo es, estoy sorprendida de la cantidad de cosas que tenemos en común. Es como si me conociera de toda la vida, antes de responder, él sabe que voy a decir, a dónde iré o que quiero hacer. Me cuesta creer que pone demasiada atención en mí, pero es aún más loco que sea tan parecido.

- Jinnie, lo tienes todo para que una persona ponga toda su atención en tí - regañó, pero sus palabras tenían un toque melancólico - Y... ¿Te gusta?

- Es muy atractivo.

- ¿Mucho? - no pudo evitar que una sonrisa penosa se dibujara en su rostro. Heejin tenía razón, era todo un galán.

- Es más bajito que tú - rodó los ojos avergonzada.

- Tal vez él...

- Me gusta que sea menor - la detuvo, plasmando nuevamente su sonrisa - Tiene la estatura perfecta, es tan tierno Jungie.