N°1 En Poder y N°1 Turkey/Turca /2021
1°Libro de la Trilogía Mafia Turca.
Las calles de Estambul significa poder, ambición, terror y rencor o al menos eso recorre por las venas de la Organización Eminof.
Ismail el primogénito de una de las mafia...
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⚔.SELENE.⚔
La noche había tocado la puerta de la ciudad de Los Angeles, el frío golpea mis flacuchentos y pálidos brazos que están al descubierto gracias al modelo del vestido de novia. Si aún lo tenía puesto encima ya que no tenía ni una moneda para comprar una nueva prenda, durante el resto de horas había caminado de un extremo al otro de la ciudad con aquel vestuario casi indigente.
Un par de zapatillas de cuero barato que no pasaban los tres doláres, pude comprar en una esquina. El dolor de la planta baja de los pies queman y arden al haber caminado por unas cuantas horas.
Cientos de pares de ojos me observaban y grababan luego de darse cuenta, en aquel aspecto en el que me encontraba y las noticias no ayudaban en absoluto. Mi imagen y la de mi familia se reproducían en todos las pantallas LED de la ciudad.
Inhalo profundo al ver frente a mi, al otro lado de la calle aquel lugar donde antes podía respirar y ser aquella mujer que le importaba una mierda el día a día y que no necesitaba de nadie más que a su hermana para pasarla muy bien. Y hoy no iba a ser la excepción.
El letrero negro colgando en la entrada del lugar con las palabras bastantes iluminadas con el nombre de "Black night club " siempre fue mi perdición cuando a mamá le diagnosticaron su adicción a las drogas y eso fue hace muchísimo tiempo.
Algunos pares de ojos caen sobre mi en la entrada del club, no es más que obvio ver a una novia con su vestido que era blanco, ya mugriento por la suciedad de la calle entrando a un lugar al que no pertenecía.
—Señorita, un gusto volver a verla por aquí — me saluda Gregory, un guardia musculoso, calvo y con algo de barba en su mandíbula. Su tez morena brilla un poco gracias al intermitente alumbrado que sale del club. Por un momento me queda analizando de pies a cabeza como si por su mente divagara que estoy completamente por querer ingresar a un lugar como este con un vestido de novia. Pero no dice nada, solo desata la gruesa cinta que separa a los clientes de la entrada, dejándome ingresar.
— Gracias— le agradezco mientras cruzo por su lado, el sonido de la música comienza a retumbar mis tímpanos, aunque es un poco molesto al principio de a poco empiezo a recordar los viejos tiempos en los que me embriagaba este lugar.
La extraña sensación de volver al lugar que dejé hace un buen tiempo, me deja desorientada por escasos segundos. El lugar es oscuro y cientos de luces se dispersan en diferentes direcciones haciendo que el ambiente no se vea para nada tenebroso, decenas de parejas bailan al compás de la música, el lugar está demasiado lleno a solo horas de convertirse en navidad.
A pesar de que los cuerpos húmedos de los eufóricos jóvenes que disfrutan su noche golpean el mío y se adhieren a la tela del vestido pero aún así intento llegar hasta donde se encuentra el barman.
— Con permiso— hablo, a pesar de que no logran escucharme por el alto volumen de la música.
