TRES VECES HOSEOK

5. Re-encuentros🌻

Las casualidades no existen... 

Hoseok. 

Cuando Habid y Jimin prometieron disfrutar de las vacaciones, hablaban en serio, y aun no lograba entender como estos dos, tenían la capacidad de convencerme para participar en sus locuras. Aunque lo bueno era, que esta vez el plan no era tan malo, ya que la idea era ir a un centro comercial y realmente extrañaba ir a uno.

No recordaba cuando había sido la última vez, que había ido a un centro comercial. Quizás, había sido antes de hacer parte del internado en Seúl, o en una de las vacaciones, donde Jimin me invito a pasar tiempo con su familia. Lo que estoy completamente seguro, es que, con mis padres y mis hermanos, eran años de no tener paseos familiares. Y ese era uno de los grandes problemas del fiscal Jung Dae-hyun. El tiempo para su familia era limitado, también fue una de las razones, por la que nos envió a ese internado en Seúl. Claro, él se escudaba en que era por una mejor educación y por protegernos—bla bla bla —puro cuento.

Papá nunca fue un mal padre, pero siempre pensé que pudo darnos más, o lo que realmente a mis hermanos y a mí nos importaba... tiempo.

La noche anterior, había sido un caos.

Después de todo el alboroto que formo Habid, al final decidí que ya era suficiente y que era hora de volver a casa. Aun, no entendía, por qué su reacción ante ese hombre, que hasta donde recuerdo Taehyung era su nombre. Decidí pensar, que había sido debido al alcohol, porque no creía que Habid, conociera a un tipo como ese, que a simple vista se veía que era alguien importante, o que la gente catalogaba como de la "Alta sociedad".

Debo admitir, que al principio me sorprendí y me dio un poco de miedo, cuando me lo encontré en Blume Flame. Pensé que quería reclamarme o algo así, por mi torpeza a las afuera del museo, pero para mi sorpresa, fue muy amable conmigo. Taehyung me cayó muy bien, y aunque nunca he sido bueno para hacer amigos, el me genero confianza para interactuar con él. Y sé que suena absurdo, ya que no nos conocemos, y si me lo preguntan, yo tampoco le encuentro una explicación coherente. Por lo que se, es proveniente de Daegu y se encontraba en Gwangju debido a su trabajo.

Era una lástima, que ya no hayamos podido hablar y que no nos volviésemos a ver. Pero bueno, suponía que de eso se trata la vida. Las personas entraban y salían de ella. Esa era su ley y no se podía luchar contra eso.

Para cuando llegamos a casa, era la una de la mañana. Papá y mamá, nos esperaban tranquilamente, cosa que me extraño un poco, y como si todos los dioses coreanos estuvieran de nuestro lado, logramos subir a Habid a su habitación, antes que papá y mamá, salieran de la cocina donde nos esperaban, y para nuestra sorpresa, resulto ser que Jungkook, ya había llamado nuestro padre antes, para informarle que nos demoraríamos más de lo normal, porque el auto se había averiado. Así que, esperaba que, con esto Habid dejara de pensar que Jungkook era nuestro enemigo y significaba peligro, y que, de una vez por todas lo dejara en paz.

Para la mañana, Habid y Jimin se la pasaron durmiendo. Por otro lado, yo me levante temprano e hice una pequeña rutina de ejercicios, realmente cortesía de Hanse, que prácticamente me saco de la cama a tirones, alegando que no podía descuidar mi salud, y para cuando creí que ya me dejaría en paz, a Hanse se le ocurrió la brillante idea de hacerme un interrogatorio, para saber qué había pasado anoche. Así que no me quedo de más, que contarle todo, cosa que más luego Habid y Jimin me matarían por ello.

— Jimin. —Llame por quinta vez de la tarde a mi mejor amigo, que se encontraba durmiendo desde la noche anterior. No sabía cómo una persona tan pequeñita, como ese tonto, podía dormir tanto. —Vamos Jimin, levántate. —Dije una vez más, mientras lo movía de un lado a otro. El nombrado, emitió un pequeño quejido, mientras se removía en la cama, pero no hizo el mínimo intento por abrir los ojos.