¿Te gusto así?-Jaesahi |Terminada|

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Días después

A pesar de todo el amor de Asahi dejo demostrando cuánto una persona puede esperar, Jaehyuk estaba tan sorprendido por escuchar la historia de Asahi quien solo sonreía.

—Lo siento— su amigo parecía muy triste por no haber sabido y ser muy ignorante.

Con pena tuvieron que contarle a sus madres quiénes estaban emocionadas, esperaban por esto, además toda la cuadra lo quería.

Asahi corrió por aquel parque, en el que en sus sueños Jaehyuk volvía a besarlo, entonces se cumplió.

Jaehyuk lo tomó de la cintura, ambos cayendo al pasto, Jaehyuk se subió encima y le dió un largo beso dónde ambos sentían la calidez del otro.

Jamás pensó que sería totalmente confirmado, él y su más grande amor de toda la vida; saliendo, vale la pena esperar.

—Asahi, te amo— esas palabras le sacudieron el corazón, sentía como todo aquello que lo ponía inseguro volaba a otra galaxia donde jamás tendría que verlo.

—Yo también te amo, Jae— sonrió ante las palabras que siempre quiso decir pero si lo decía como un amigo es posible que notará lo que quería que fueran.

Simplemente disfrutar del momento.

—Asahi, cuando nos casemos quiero que tengamos una casa grandota— jamás había pensado en eso…bueno sí.

—Y dos perros pug, y tendremos estatuas— sonrió Asahi mientras añadía más.

—Sí, una donde el fiel pirata lleve a su loro a todas partes— dijo Jaehyuk mientras unía sus manos en una promesa doble.

—¡Jae!— aquel detalle fue uno de los más bonitos— Y en el patio de atrás quiero una casita de madera, como la del parque.

—¿Vienes?— cuando volteó miró a Jaehyuk ya de pie ofreciendo su mano.

Asahi asintió levantándose, cuando por fin se dejaron de mirar ambos caminaron a la casita donde se habían dado un pequeño beso, aún que para algunos niños los besos a esa edad no significará mucho para Asahi era como una historia, una historia de amor eterna.

—¿Sabes que son los besos?— pregunto Jaehyuk con una sonrisa.

—No, pero mi mamá y mi papá se los dan, dicen que es cuando dos personas se quieren mucho— decían hasta lo que se acordaban.

—Sahi, ¿Lo intentamos?— pregunto aún con esa sonrisa en sus labios.

—¿No está mal?— le pregunto.

—No creo, nosotros nos queremos mucho— dijo con las mejillas carmesí.

—Esta bien— ambos se acercaron y se dieron un beso, dónde ambos pudieron sentir el amor de ambos.

—¡Niños!— imitó Jaehyuk haciendo a ambos reír.

—Si lo recuerdas— sonrió.

—Si lo recordaba en ese momento, seguro y te besaba— ambos se miraban el uno al otro— Y si, en ves de hacer una casa, ¿nos llevamos está?

—¿Es posible?— mientras las carcajadas le invadían.

—Todo es posible— se levantaron y corrieron por todo el parque.

Para los fines del año, sus madres les ayudaron a comprar la pequeña casita al terminar de negociar con el dueño.

—Mira asahi— cuando Asahi llegó de la tienda lo miró, sus ojos se pusieron llorosos.

Jaehyuk a un lado de la casita la cuál estaba en el patio, con unas hermosas rosas rojas y una bonita mesa con una cena y velas.

—¿Tendrías una cita conmigo?— pregunto mientras se levantaba.

—Siempre sí— ambos se sentaron en las sillas y un beso lento y cálido les hizo estremecerse.

Cuanto lo amaba, el amor es tan infinito.

Gracias por leer.

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