7| Teorías

832 142 278
                                    

Damián

Lunes 14 de Febrero del 2021, 8:00pm

—Que tengan una buena noche —me despedí desde mi asiento.

Mirando fijamente mi laptop me di cuenta que me había saltado lo más importante. Elegir a la persona correcta. A un nuevo integrante para nuestro equipo ahora que Lucas no estaba. Nadie podría reemplazarlo jamás, él era simplemente único en su clase sin embargo estábamos obligados a elegir a alguien que nos enviaron.

Tenía cinco expedientes, solo uno se quedaría.

— ¿Qué piensas hacer esta noche? —Preguntó Becca al otro extremo de la mesa, mordiendo el lapicero —Es San Valentín después de todo.

—Nada —mordí mi labio nervioso.

Hoy debía dar una respuesta, papá vendría en una hora.

—Nada...—repitió desanimada — ¿Y tú, Adán? ¿Tienes planes para esta noche?

—Tirarme de un puente —susurró casi inaudible.

Dicho eso, le tomó menos de un minuto, meter sus papeles a su maletín, desabotonarse el saco y salir de la oficina. Puse los ojos en blanco al comprender su respuesta. Adán era muy sarcástico pero nunca sabemos cuándo sus palabras pueden ser verdad.

— ¿Crees que debería seguirlo? —preguntó Becca, preocupada.

—Si quieres que te tire del puente del que habla, seguro...—murmuré volviendo mi mirada hacia mi laptop.

—Damián...—insistió preocupada.

—Si quieres hacerlo, ve, pero te apuesto que no sabrás que decirle a Adán, nadie sabe que decirle.

—Tienes razón, ha estado indescifrable estos días.

—No es para menos, esa reunión con los viejos no nos ha ayudado en lo absoluto, solo nos han puesto un tiempo límite, nos quedan menos de cinco meses para cumplir con nuestro plan.

— ¿Qué harás?

— ¿Ah?

—Dijiste que encontrarías a Damon para intercambiarlo por Dulce, es por ti que siguen buscándola, no porque la quisieran de verdad, sabes como son.

Levanté la mirada para verla.

Rebecca Jones, una chica de casi veinte años, astuta, impulsiva y con problemas de autocontrol pero una fiel compañera, solidaria, perseverante. Era muy buena y joven para estar metida en tanta mierda.

—Si no encuentro a Damon y lo entrego, abandonarán la búsqueda de Dulce —apreté los dientes, molesto —No puedo dejar que lo hagan.

—El plan fue acercarnos a Dulce para averiguar todo lo que sabía sobre Damon, incluso llegamos a pensar que ella podía saber su paradero.

—Pero no fue así, ella ni siquiera sabía que él estaba vivo.

—Ni nosotros —susurró cansada —La probabilidad de que estuviera vivo era muy baja.

—Pero no dejó de ser una posibilidad.

Becca se acercó lentamente a la ventana del edificio, tratando de observar el bello paisaje iluminado que se extendía frente a nuestros ojos.

— ¿Crees que ella esté viendo esto? ¿Crees que esté viendo las luces?

Un sentimiento de culpa llenó mi corazón de tan solo pensar en ella. Yo lo había jodido todo con mis mentiras, debía ser yo quien los solucione.

—No —solté serio —He pasado los últimos cuatro años junto a mi padre, buscando e investigando a Eduardo Coleman, sabia como ocultarse, sabia como provocar desastres y salir ileso, no se le volvió a ver desde la muerte de su hija, es por eso que no pudimos dar con él, nunca hubo un intermediario pero esta vez, si hubo alguien, Damon, quien cuando se fue, dejó como intermediario a Dulce.

Prohibido Odiar a Dulce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora