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Abrió los ojos, su mano se sentía caliente, no...no sentía su mano. Miro ligeramente y no la encontró, en su lugar, solo de su brazo a su muñeca y el lago de sangre que escurría de esta. Se retorció por el dolor y luego miro un momento hacía el cielo, pues todo el templo se había destruido y ahora se encontraban al aire libre. Se arrastro sin fuerzas hasta llegar a su mano y la tomo, pegándola a su muñeca. Apretó los dientes dando un ultimo esfuerzo, consiguiendo que su cuerpo se rodeara de un halo azul y poco a poco, su extremidad volvía a unirse con su mano hasta quedar como nueva.
Se mira bien y nota que tiene menos heridas de las que pensaba. Puede dilucidar en su mente el ultimo momento que recuerda, cuando su barrera se rompió y salió disparado, recuerda ver el cabello blanco de Satoru y sus ojos celestes, recuerda sentir como el adulto lo sujetaba y como el ataque fue tan fuerte que rompió su infinito. Lo había cubierto.
- Satoru... - lo llamo avanzando a gatas por el humo, buscando a su profesor. Dio con el cuerpo magullado y tirado a varios metros, el propio heredero de los seis ojos fue preso de su propia técnica. Lo movió, pero no respondía, el estaba mucho mas herido, ni siquiera podía ver donde su piel comenzaba a quemarse en rojo vivo, hasta donde estaba sana - por favor, por favor -
Caín miro atentamente como no tan lejos los cuerpos de sus amigos se encontraban en el mismo estado, miro a Gojo y el trozo de metralla encajado en su pierna, lo sostuvo y arranco colocando la mano sobre esta para mantener presión sobre la herida que noto, había perforado una artería. Uso el pedazo de metralla para sacar su propia sangre de su muñeca y luego coloco esta sobre los labios del adulto.
- >>Y si tu vaso esta vacío, yo usare del mío para darte brío. Y si tu alma...esta rota, entregare mi vida para curarla<< - sintió como si le drenaran la energía restante en su cuerpo, porque estaba hecho añicos, somnoliento y cansado, adolorido y desangrándose. Espero y entonces vio como la herida en la pierna de Satoru comenzaba a cerrarse a una velocidad normal mientras el adulto soltaba un quejido.
Volvió a buscar a su alrededor y esta vez diviso a Maki.
- Si haces eso te quedaras sin energía
Le afirmo Tommy en su cabeza.
- No puedo dejarlos morir - contesto en voz alta -. Ellos vinieron aquí por mi... - repitió el mismo proceso con Maki, curando de paso la herida en su ojo y observando como esta recuperaba la consciencia casi de inmediato.
- Caín... - lo llamo con pocas fuerzas.
- Toma esto - el muchacho busco entre su ropa y encontró un kit de frascos que afortunadamente, eran de un material casi imposible de romper, eran pequeñas jeringas -. Pónselos a todos, eso los ayudara a curarse - volvió a toser estrepitosamente de nuevo y la chica lo vio sorprendida.
