Capítulo 4

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                       Tienda de Cómics
Susy

–¿Cual es tu primera entrevista cariño?–preguntó Robin sin quitar la vista al manejar.

–La Isla que vende fundas para celulares–respondi al mismo tiempo que mi mirada estaba atenta a mi libreta que hacía llamar "Diario".

–¿y después? –

–La cafetería pichu–

–¿y después?–

–creo que la tienda de ropa Mobille–.

–Entonces te veo a la hora de mi comida, creo tendré una hora así que podemos comer juntos–

–Me parece perfecto, te comprare lo que tanto te gusta pichu precioso–

–¿Nuggets de pollo?– preguntó emocionado.

–Y tu helado favorito–

–Eres la mejor del mundo– y al detenernos y esperar a que las luces del semaforo de tornará en color verde, de acercó a mi regalandome un tierno beso en mis mejillas, me sonroje de inmediato y provocó una sonrisa diminuta haciéndome sentir especial, me sentía pequeña, me sentía emocionada, sabía que había creado una dependencia al estar con el, pero, para ser sincera, somos de quien realmente nos hace sentir en paz.

Al llegar a nuestro destino, bajamos del auto para digirnos a su respectivo trabajo, la tienda de Cómics, estando fuera de aquella tienda le regalo un beso en su mejilla suave deseándole toda la suerte del mundo y al hacerlo regreso mi beso acariciando mis mejillas con ambas manos y regalandome un enorme beso, sentí sus labios delgados rozar los míos, sus movimientos lentos y su lengua pegarse a la mía y sintiendo su sonrisa en medio de nuestros movimientos, me recosté en su pecho por escasos minutos sintiendo el latir de su corazón, lo quería con el alma.

Al dar media vuelta y observar como daba sus primeros pasos para adentrarse a dicha tienda empeze a caminar a los dichos locales del centro comercial para mis entrevistas  de trabajo, pasos que a su ves raspaban el suelo pulido y encerado de cada dia, recordando con una pequeña sonrisa los momentos adecuados que provocaron nuestra cursi y acaramelada historia.
                               [...]

Después de casi dos semanas de visitar la tienda de Cómics, Robin y yo habíamos entablado conversaciones largas sobre nuestros personajes favoritos, y claro, me preguntaba cada ves el por qué de mis visitas diarias, entre cada platica que me cautivaba con sus bellas explicaciones descubrí que es fanático de los pokemones, personajes que jamás llamaron mi atención, pero el, el los adoraba y se emocionaba tanto al explicarme los poderes de cada uno de ellos.

Picachu es su favorito, y al ser así crei que el decirle pichu sería molesto para el, pero el resultado fue diferente, amaba aquel apodo.

Durante mis visitas me mostraba las playeras, comics y demas accesorios que dicha tienda tenía a la venta, mis favoritos siempre fueron la colección de Spiderman que tenían en su mostrador, juguetes de todos los tamaños y en su estado original. Me emocionaba tanto que, un día, saliendo de mi casa, había un paquete justo en el piso, el tamaño era grande, con etiquetas y dibujos de Spiderman, y una pequeña nota pegada en el con la pregunta que me hizo gritar como señora en tienda de descuento, ¿Aceptarías ser mi novia?.

"Pará la Spiderchica más hermosa del mundo"

Al abrirlo, dentro de él se encontraba la colección de villanos del hombre araña y él mismo héroe en medio de ellos, 3 comics de batman y 3 de Spiderman, un pequeño botón coleccionable y una playera original color blanca con las palabras "MARVEL" en ella, me sonroje de inmediato, mi corazón latía a mil por segundo y deseaba tanto gritar de la emoción.

Al anochecer, decidí llamar a su número telefónico, pues ya tenía todas su redes donde podíamos seguirnos el rastro, estaba tan emocionada y a la primera contesto.

–Habla Robin– respondió aquel chico con tono suave y con sueño.

–lamento despertarte–me sentí apenada en el momento.

–No te disculpes, ¿necesitas algo?–

–Gracias por la caja llena de objetos de tu tienda – sentía mis mejillas arder y la mandíbula me dolia por la maldita sonrisa que mi emoción provcaba. Controlate Susy.

–¿Te gustó? –preguntó en tono coqueto.

–Me encanto–conteste con una pequeña risita al final de la frase.

–Eso crei, hemos estado saliendo por todo este tiempo y creí que sería correcto recompensar el tiempo que has gastado en mi–

–Aceptó– respondí nerviosa y sentí el calor en mi cuerpo por dicha emoción.

–¿¡Enserio!?– preguntó con tono emocionado y ahora sín sueño.

–Si–respondi nerviosa y jugueteando con mi cabello.

Al contestarte dicha pregunta, platicamos de todas las veces que me dirigía a la tienda de Cómics solo por la excusa de verlo, y el comentaba de lo maravillado que era verme cada día, la llamada duró 4 horas exactamente pues después de eso, quedé profundamente dormida y al amanecer mi almohada se encontraba mojada, carajo, dormi con la boca abierta y mi almohada está llena de baba.

Cada día, durante los días de clase el pasaba por mi para acompáñarme a mi colegio y en sus manos siempre cargaba mi almuerzo, mi lunch de cada día, aveces fallaba pero el intento siempre estaba, y yo, después de clases comprabas sus nuggets que tanto le fascinaba y las llevaba directamente a su trabajo, y me respondía con una hermosa carita que se tornaba en un color carmesí provocado por mi presencia. No había duda que el, había provocado que mi felicidad saliera a flote, lo quería tanto.

                                  [...]
Llegue a mi primera entrevista.

–Hola buenos dias–salude con tono nerviosa y mis manos sudaban,–vengo por la entrevista de trabajo–

–Claro, tomé asiento por favor –comentó aquella chica que cuidaba la isla de fundas telefónicas, me sentía muy nerviosa, apenada, con ganas de llorar por el miedo, así que para calmar mis nervios decidí revisar la lista de entrevistas a donde  tengo que dirigirme en caso de no ser contratada aquí.

Siguiente parada, Cafe Costa Azul.

¿Que pasaría si...no te amo? Where stories live. Discover now