Capítulo 30

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Finalmente, el día ha llegado, hoy vendrán los compradores interesados en adquirir Mystic House para examinar la propiedad y si no existe ningún problema y todo sale como estaba planeado esta misma tarde firmaré los papeles de venta y quizás en uno o dos días regresa a Los Ángeles, el dinero de Dean se lo haré llegar por transferencia para evitar momentos incómodos.

Estoy sentada en la mesa de la cocina esperando a que Mel termine de preparar el té mientras miro a mi alrededor con nostalgia; tal parece que fue ayer cuando llegué a este lugar medio destruido plagado de ratas y me caí por las escaleras ante unos ojos azules que persiguen cada uno de mis sueños. Aun rememoro en mi mente la primera vez que pinté esta cocina, cuando cambié los marcos de ventanas y paredes, las chimeneas que arreglamos y que, aunque me empeñé en destruir a fin de cuentas se quedaron…Son demasiados recuerdos en este lugar que echaré de menos; Mystic House representa el esfuerzo y el empeño que demostré por meses. Aun las palabras de Momo vienen a mi cabeza y cada noche antes de dormir me pregunto si en verdad estoy tomando la decisión correcta, pero la respuesta es clara: No lo sé…

Suelto un suspiro y reviso mi móvil por quinta vez en lo que va de minuto; Dean no ha dejado de llamar una y otra vez…Hasta hoy, es como si por fin se hubiese resignado a que esto era lo que nos tocaba a ambos, a que no éramos la meta en la vida del otro sino más bien una piedra en el camino. Lo peor es convencerme a mí misma de estas palabras que pasan por mi mente.

—¿Estás bien? —La voz de Mel a mi lado me hace levantar la vista hacia ella con una sonrisa titubeante.

—Claro.

—Te ves pálida Annie—resalta Mel a la par que toma asiento ante mí y pone delante de ambas dos tazas de té caliente, mi amiga extiende su mano sobre la mesa para tomar la mía, luce preocupada; aunque la verdad es que se ha mostrado preocupada desde que llegó de Los Ángeles por segunda vez—. ¿Estás segura de esto? Aún no es tarde, puedes cambiar de idea y no vender, nada te obliga aún; no has firmado nada.

—Melody no pienso vivir aquí, sería lindo, pero la vida no es solo de cosas lindas, tengo que regresar y buscar un trabajo; Mystic House sería un gasto innecesario en mis pocos ahorros. No puedo darme este lujo.

Mel suspira sin dejar de sostener mi mano y baja la vista a su té.

—Es que siento como si estuvieses renunciando a una parte de tu alma, no te lo tomes a mal, pero te ves lamentable; tienes ojeras, no duermes, te la pasas mirando todas las habitaciones de este lugar como si las paredes estuviesen recubiertas de oro…Quizás yo esté exagerando, sin embargo, no creo que vuelvas a ser feliz en Los Ángeles.

Puede que tenga razón, cuando escribí la carta para obtener este sitio dije que siempre fue uno de mis sueños de niñez y no mentía. Este antiguo caserón fue lo que siempre desee para conformar una familia, pero ahora lo veo todo tan lejano y escurriéndose de mis manos que la verdad solo deseo huir…

«Huir.» Así fue como llegué a Escocia, dije que era una nueva oportunidad, pero en el fondo siempre supe que huía: Huía de Paul, del fracaso de ver que había desperdiciado varios años de mi vida, huía del miedo de no saber qué hacer…y ahora vuelvo a hacerlo, es como si la maldita historia se repitiese; muy poco valiente de mi parte.

Aparto mi mano de la de Mel y con suavidad y una sonrisa en el rostro me pongo en pie. No quiero tener esta conversación; ya la decisión está tomada y no cambiare de opinión de forma tan sencilla.

—Revisaré la casa por última vez antes de que lleguen los compradores.

Ni siquiera doy tiempo a que mi amiga pueda protestar, salgo a toda prisa de la cocina y, como dije, comienzo a observar las habitaciones por última vez iniciando por las del piso superior; estos dos días que han transcurrido las he estado limpiando bien y cambiando las bombillas para que el lugar se vea esplendido; estoy segura que los compradores lo amarán; no hay nada mejor si desean atraer al turismo, este sitio tiene de todo: Hermosos paisajes, historia, vehículo...

¡Oh la la con el Highlander!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora