Conducir o morir

187 28 17
                                    

— Santo Dios, Tweek, conduces como abuela. —Kyle gruñe con irritación.

— ¡¡Intento no matarnos, ¿¿okey??!! —grita al borde de la histeria.

— El pueblo está siendo literalmente invadido por putos cuyos gigantes de nuevo, ¡este no es momento para ser un conductor responsable! —con los nervios de punta, Stan grita de vuelta.

— ¡Vete a la mierda! ¡Lo estoy intentando!

— Cariño, Stan tiene razón, ugh,—con esa frase, probablemente se le murieron como 155 neuronas— necesitamos ir más rápido. —Craig paciente habla.

— YA LO SÉ. —chilla— ¡¡¡No quiero matar a nadie pasándole el puto jodido camión encima!!! ¡¡No quiero ir a prisión!! ¡No de nuevo!

— Joder, no puedo creer que seas tan genial por haber ido una semana a la correccional juvenil de South Park y por tener licencia de conducir a los catorce. —resopla Clyde.

— ¿Tenías permiso para conducir a los catorce? —cuestiona incrédulo, como si haber sido un criminal no fuera la gran cosa para Kyle.

Tweek en realidad dejó de escuchar, estaba bastante más ocupado intentando no arrollar a esa anciana que cruzaba la calle cargando su hierba y pipa como si fuera lo más apreciado de lo poco que le queda de vida.

— Seh, —Craig responde desde el asiento más cercano al conductor— Tweek se encargaba de ir y trasladar las bolsas de grano de café.

— ¿Entonces no debería saber conducir más rápido teniendo como tres años de experiencia? —indaga.

— No creo que haya sido buena ida dejar que Tweek conduzca... —murmura Stan.

— ¡AGH! —Tweek da un volantazo cuando nota a un cuyo vestido adorablemente de rana aparecer a su derecha.

— Verga, eso estuvo cerca. —Token casi se infarta por ese cambio brusco.

— Tweek, la rana nos está siguiendo. —Kenny señala.

— ¡¡OH DIOS!! ¡¡ACK, ES MUCHA PRESIÓN!!

— Tweek, eres hombre muerto si esas cosas nos atrapan. ¡Yo mismo me encargaré de tí! —Eric amenaza desde el asiento más lejano, como el cobarde que es.

— ¡JEEZ, VOY A MORIR!

— No vas a morir. —el patético intento de consolación de Craig es ignorado exitosamente.

— Chi-chi-chicos, ya reservé los voletos hacia Perú. —Jimmy avisa sin despegar su mirada del aparato electrónico.

— Genial. —concede Stan.

— ¿Es idea mía o nos están siguiendo? —Kyle señala al mirar por las ventanas del autobús escolar.

— ¡¡¿QUÉ?!! —chirría Tweek.

— Creo que saben que Craig viene con nosotros, ¡carajo! —Cartman grita.

— Uh-oh. —a veces es difícil saber en realidad cuándo Craig está sinceramente preocupado por ese sarcasmo permanente en su voz— Tweek, necesito estar vivo para detenerlos. —le recuerda.

— ¡¿Vienen por Craig?! —chilla con horror.

— Eso parece, sí. —Kenny dice. Esos cuyos se están acercando muy sospechosamente.

Algo se endurece en la mirada de Tweek, los temblores y balbuceos infinitos se detienen en un respirar y su postura se endurece con rudeza.

— Creo que debimos en primer lugar haber hecho esto. —Jimmy dice.

— ¿Hacer qué? —pregunta Stan.

— Recordarle que la vida de Craig está en juego. —sonríe Clyde.

Stan, Kyle, Eric y Kenny no notan como los demás se sujetan con extrema fuerza en sus lugares.

— Hey, ¿sabes porqué Tweek fue a la correccional? —Token le habla a Eric.

— No. —contesta inadvertido.

— Por ser una puta bestia al volante. —Craig contesta con esa sonrisa ladina y socarrona.

Kenny prácticamente vuela hasta el otro extremo cuando Tweek aumenta la velocidad monstruosamente.

Como si fuera un jodido profesional de carreras, Tweek cambia las velocidades y controla en volante con insultante facilidad.

Craig suspirando como colegiala enamorada observa a Tweek comportarse tan putamente genial.

— Eh, ¿Hola? ¿¿No se supone que eres un llorica para conducir?? —Eric suelta cual diva por ese golpe que se dió con el asiento por el arrancón.

— Cállate la boca o te saco del camión. —gruñe Tweek.

— Grrr. —Ronronea Craig con ojos brillantes y enamorados.

— Bleh, por favor, no cojan aquí. —Kyle dice. Craig se inclina aún más cerca de Tweek para susurrar algo en su oído, la expresión pétrea del otro es mínimamente cambiada por esa pequeña sonrisa de satisfacción que surca tan leve en sus labios— Ew, tampoco se hablen sucio ahora. —lo único que recibe de respuesta es un dedo medio de Craig.

— Ellos son un caso perdido, me temo. —Token juega.

— Yo sólo espero no morir por un jodido cuyo disfrazado. —murmura Kenny.

Cuando salen a la carretera, el viaje realmente comienza.

¿Podrán lo chicos llegar a Perú y detener todo esto?

Véanlo en el próximo capítulo...

...

Probablemente.

.

.

.

Nota final:
¯\_(ツ)_/¯

Fanfic-Manía:Todo En Uno [SP]Where stories live. Discover now