Capítulo 6

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Lo que se encuentra en este simbolo " * " es lenguaje de señas, con el trascurso de la historia lo entenderán.


Su mirada vagaba por la sala del departamento, habia pasado un día desde que su padre les dijo a ella y al resto de chicos que viajarán a Daegu. Resoplando fuerte se tiró hacia atrás apoyándose en el respaldo del sofá, cerró los ojos unos segundo, era mucha presión, si bien manejaba la empresa correctamente, tener que controlar la parte de sus padres le daba un peso más sobre sus hombros. Por qué si bien ella y Namjoon estaban en la presidencia de Paradise, los adultos aún no soltaban el poder absoluto, no en los demás chicos, en especial en Taehyung, Jimin y Jungkook a quienes solo le quedaban un ciclo para terminar sus respectivas carreras.. 

Savannah alejó sus pensamientos al sentir un peso sobre sus piernas, sonrió mientras abría sus ojos.

.—¿Qué sucede? ¿Tienes hambre?.- pregunto acariciando los cabellos negros de la niña en su regazo. 

La pequeña asintió. —Si, ¿podemos comer brochetas?

Savannah miró la hora en su teléfono y negó. —Es muy tarde cariño luego te dolerá el estómago.- el puchero en los labios de la pequeña le causó ternura. —Vamos Yuyu, no pongas esa cara.- apretó las mejillas de la niña haciendo que sus labios formaran una trompita.. 

.—Mamá.- renegó la pequeña y luego comenzó a reír cuando las maños de Savannah le hicieron cosquillas. —Me rindo, me rindo.- gritó entre risas

La castaña dejó de hacerle cosquillas a su hija y se levantó del sofá con ella en brazos caminando hacia la cocina. 

.—¿Quieres un poco de cereal con leche?.‐preguntó dejando a la pequeña sobre la encimera. 

La pequeña pelinegra asintió, Savannah sonrió y dio media vuelta sacando dos tazones de la alacena, también bajo el cereal entre gritos de su hija.

.—El de colores mami, por favor.- pidió y aplaudió cuando su mamá hizo caso.

Savannah dejó todo sobre la encimera a lado de su hija quien se dispuso a servir el cereal, la castaña caminó hacia el refrigerador y sacó la caja de leche, cuando volvió donde su hija soltó un suspiro.

.—Yoona, es mucho cereal amor, no lo vas a terminar.

La niña miró su tazón rosa y el de su mamá el cual era verde, el de ella tenía mucho más cereal así que frunciendo el ceño cambió de lugar los tazones. —Listo. - soltó, según ella el problema ya estaba resuelto. 

Savannah asintió, ahora tenía que comer mucho más cereal de lo que quería, vertió la leche sobre los aritos de colores, Yoona por su parte se acercó al cubiertero y sacó dos cucharas, le extendió uno a su madre y con el otro empezó a comer. 

Esos momentos eran los que más valoraba Savannah, pasar unas cuanta horas al lado de su hija, pero desde el lunes todo eso cambiaría, su mirada se tornó melancólica, si tan solo no hubiera cometido ese error tan grande la cosas serían distintas, su vida sería distinta. 

Las palabras de Yoona volvieron a captar su atención. 

.—¿Papá también irá contigo?.‐preguntó metiendo una cucharada de cereal en su pequeña boca.

.—Si Yuyu, papá también irá conmigo. 

La pequeña se entristeció. —¿Vendrá a despedirse?

Savannah no respondió, no sabia que decir, solo acaricio los cabellos de su hija sintiéndose culpable. 

.—Papá te ama mucho, seguro...‐fue interrumpida por el sonido de su teléfono. 

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