Estαs hıstorıαs tıenen de protαgonıstαs α los chıcos de bαngtαn es solo por dıversıon ч pαrα entretener.
● 𝐑𝐞𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐦𝐚𝐲𝐨𝐫𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐚𝐜𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐓𝐮𝐦𝐛𝐥𝐫, 𝐜𝐫𝐞́𝐝𝐢𝐭𝐨𝐬 𝐚 𝐬𝐮𝐬 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐫𝐞𝐬...
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Jin te llevó de regreso a su apartamento pero no pudiste protestar en ti, querías cualquier cosa más que estar sola en ese momento, tal como lo estabas cuando la ex novia de Jin te tendió una emboscada en tu propia casa.
Llevabas la chaqueta de traje de Jin mientras la lluvia caía a cántaros en la noche afuera, mirando a través de las grandes ventanas panorámicas, las luces de la ciudad parpadearon a través de las lágrimas en tus ojos, ni siquiera te habías dado cuenta pero estabas temblando.
Jin se dio cuenta y puso sus manos en tus brazos, jadeaste en voz alta y saltó, lo mirabas con ojos grandes, esperando casi cualquier cosa después de todo lo que había sucedido, miraste la pared donde Jin te atrapó dada la información falsa que le hizo pensar que lo estabas engañando y filtrando información al líder de la pandilla rival.
Jin tragó saliva y levantó las palmas de las manos antes incluso de dar un paso atrás, dándote espacio, él mismo sabía cómo te trataba cuando pensaba que eras una traidora no solo para él, sino para su familia, sin embargo, fue culpa de Jin que no investigó más la información que le dieron y fue su culpa si te perdía por eso.
"¿Puedo hacer algo por ti?" preguntó Jin gentilmente. "¿Quieres darte una ducha? Dejaste algo de tu ropa aquí."
Lo miraste por un momento, los recuerdos de lo mal que te había tratado volvieron a fluir, una parte de ti incluso se preguntó qué pasaría si hicieras algo mal, o él pensara que hiciste algo mal ...
Asentiste con la cabeza y te diste una ducha, lavándote el sudor y las lágrimas, te pones la ropa que olía al armario de Jin, el olor te puso la piel de gallina.
Hubo un golpe en la puerta que te hizo saltar, pero solo era Jin, empujó la puerta ligeramente, sin intentar asustarte, vio que estabas completamente vestida y entró, se lamió los labios y agarró el botiquín de primeros auxilios del armario, miraste su cuerpo, instintivamente buscando heridas.
