Capitulo 8

571 73 21
                                    

Arien

Terminan de tomarle las fotos a Enelia, me acerco y nos empiezan a tomar las fotos a los dos.

—Los quiero más cerca —ordena el camarógrafo.

Me acerco más a Enelia poniendo mis manos en su cintura, su piel estaba fría, sabía que estaba nerviosa así que me acerco más quedando a pocos centímetros de su boca

—¡Perfecto!

Enelia

Sentir las manos de Arien por mi cuerpo hacía que me estremeciera.

Terminan de tomar las fotos y salgo rápido a cambiarme, no me gustaba estar en traje de baño.

Arien también va a cambiarse y después de unos minutos nos encontramos en el estacionamiento.

—Lo hiciste muy bien. —Dice mientras sube al auto.

—¿Tú crees? —me siento y lo miro.

La verdad no creía que me haya visto bien, simplemente tenía un problema con mostrar mi cuerpo después de haber pasado esos meses torturadores.

—Si —sonríe y me mira. —Y alguien más opina lo mismo. —sube y baja las cejas.

—No preguntaré quién. —río, ya sabía lo que iba a decir.

—Estos días lo has vuelto loco.

Suelto una carcajada y me pongo el cinturón de seguridad.

El teléfono de Arien empieza a sonar. Un rato después cuelga y me mira.

—Era mi manager, Les gustaron las fotos y quieren que vayamos a un desfile en Italia. —sonríe. —el viaje sería mañana.

—¿Un desfile en Italia? —abro los ojos como plato y seguía mirándolo.

Nunca en mi vida me había imaginado en un desfile en Italia, siempre van figuras públicas, cantantes y todas esas personas famosas.

¿Por qué yo? Si ni mi abuelo me conoce.

—Si, en Italia. —fija su Mirada en mí. —Lo harás bien.

—No lo sé ¿Qué pasa si me equivoco? —preguntó.

—Enelia, todos nos equivocamos nadie es perfecto. Sé que lo harás bien. —pasa su mano por mi cara acariciando mis mejillas.

Me acerco más a él, quedando a pocos centímetros de sus lindos y carnosos labios.

—¿Me besarás o no? —dice con una sonrisa torcida.

Me acerco más uniendo nuestros labios, pasa su mano por mi cabello poniendo unos mechones detrás de mi oreja. Sus manos bajan hasta mi cintura haciendo que me acerque más a él.

Empiezan a tocar la ventana del auto.

Nos separamos y baja los vidrios.

—¿Saben que están en una vía pública? —dice el policía.

—Señor, no estábamos haciendo nada que usted no haya hecho. —ríe.

El policía saca una hoja y se la pasa.

—Tiene que pagar esta multa, hoy. —lo mira serio  y camina.

—¡Señor no estábamos Follando! —grita, haciendo que todos se nos queden mirando.

—¡Arien! —bajo un poco la mirada. —Nos están mirando.

—Lo sé. —sigue riendo.

Empieza a manejar, un rato después llegamos a un ¿Bar?

Inquebrantable atracción Where stories live. Discover now