Prólogo

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Hace 500 años

Humanos y sobrenaturales se encontraron para desatar la guerra jamás antes vista.

 Los sobrenaturales habían intentado hacer la paz con los humanos, integrar a todos los SERES y así formar un solo mundo, uno lleno de paz.

La guerra se prolongó por días, habían muchos heridos y centenares de muertos, la mayoría humanos. Los sobrenaturales se preguntaban cómo los humanos habían durado tanto, indudablemente sus armas tenían que estar encantadas, alguien poderoso los estaba ayudando.

— Hay un traidor entre nosotros — comentó un guerrero de alto rango mientras miraba la batalla desde un punto alto de una colina.

— Indudablemente han tenido ayuda — comentó un hombre con voz dura — Es momento de que esto termine. 

Bajando de aquella colina en donde se encontraba, se dirigió a la batalla. Sus pasos eran seguros y su mirada fría. Se abrió camino de entre la batalla mientras los guerreros a su espalda peleaban con unos cuantos humanos. Al llegar al centro del lugar, alzó su mano derecha en la cual portaba el centro de Hillerska y pronunció:

Sacro sceptro Hillerska in manu et ut solo deo vivo, supremus rerum qui hunc mundum incolunt rectorem. Deos rogo ut hoc bellum prohibeas.

(Con el sagrado cetro de Hillerska en mano y como único dios vivo, el supremo gobernador de los seres que habitan este mundo. Le pido a los dioses de la creación para parar esta batalla.)

Del cetro salió un rayo púrpura que se dirigió hacia el cielo, causando un estruendo que dejó aturdidos a todos por unos segundos. Del horizonte se avecinó un viento que atravesó todo el campo de batalla. Todos los seres en la batalla se detuvieron y dirigieron la mirada hacia el supremo gobernador, sus ojos color púrpura brillaban de forma terrorífica.

Las armas que usaban los humanos dejaron de funcionar, ya no tenían magia.

— Como supremo gobernador de los SERES, único Dios vivo, ordeno el exilio de los humanos y la retención de su único don. — Declaró con voz profunda, casi fuera de este mundo.

Los humanos fueron neutralizados y confinados para vivir alejados del resto de SERES, eran vigilados por El concejo y sin su don, empezaron a envejecer y morir más rápidamente.

Sin embargo, ellos no se habían rendido tan fácilmente, allí, confinados, prometieron hacer todo lo posible por vengarse y lograr que la especie humana dominara el mundo.

[TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS] © Prohibida la copia parcial o completa de esta historia.

Historia escrita por LIVAVAPA

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