Capítulo 7

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"Eres un tanto imbécil Julius" se decía a sí mismo el mencionado. Hace días Darwin no le hablaba, sabe perfectamente que le dijo que no quería que fuera muy cariñoso, ¡Pero no es para exagerar maldita sea!

Respiró profundamente. Okay, él también estaba exagerando no más tantito, ¿Qué eran dos días?, ¿No era para su imagen mejor? Tipo, no lo está siguiendo un niñito que a cada rato anda creando disturbios con su hermano. Se daba risa a él mismo, ¿Por qué extrañar a Darwin?

Bueno... ¿Por qué no extrañar a Darwin? Es tierno, es pequeño, sus ojitos brillan demasiado, su sonrisa es muy hermosa, su pelo ondulado le daba un toque lindo, sus manitas tan pequeñas, todo eso y ... Espera... ¡Espera!, ¡¿Qué mierda está pensando ahora!?

Sacudió si cabeza fuertemente, y se levantó de la cama, revisó la hora "7:30" aún tenía tiempo para poder ir a estudiar. Caminó hacia su guarda ropa, tomó una blusa de color negro con unas letras que decían: "Don't touch me", y unos vaqueros de un color gris claro. Después agarró una toalla, salió de su cuarto, bajó las gradas de su casa y fue directo al baño; allí mismo comenzó a desvestirse y entró a la ducha. El agua parecía estar fría, ni siquiera se molestó en cambiarla de temperatura, miraba la pared con decaimiento últimamente ese niño Darwin se había vuelto su... Su... Bueno, su, su, no lo iba a decir ni pensar. Unos minutos pasaron para que Julius saliera de la ducha, tomó la toalla y se secó su cuerpo, luego,con esa misma toalla en la cintura, se dirigió a su habitación para vestirse.

En todo eso pasaron unos 10 minutos, ahora solo tenía cinco minutos para poder llegar a la escuela,¿Julius llegando a tiempo?, Pues sí, tenía la ilusión de toparse con Darwin. Respiró profundamente, estiró un poco su cuerpo y comenzó a correr, correr y correr. Gracias a su excelente condición física no sufrió tanto en esa tremenda maratón de la mañana, llegando en tres minutos a su destino. Las personas a su alrededor lo vieron extrañado, pero Julius, como buena persona, mandó a todos a la mierda mentalmente.

Mientras se encontraba afuera, se encargó de buscar con la mirada a Darwin y justo a tiempo lo encontró. Rápidamente se acercó a él menor por detrás, para después poner su mano en el hombro del contrario. ¡Oh!, Exactamente el timbre fue tocado, así que Darwin sin darse cuenta de Julius fue a su salón. El último mencionado quedó perplejo de su suerte, ¿Por qué cuando iba a poner su mano tuvo que sonar el timbre? ¡Carajo!

. . .

Receso, una hora donde puedes ser libre durante las casi seis horas de estar encerrado un un lugar donde muchos detestan estar, o donde posiblemente no se respete ninguna disciplina y todos hagan lo que se les de la regalada gana, o sea, la escuela. En este caso nuestro queridísimo Julius buscaba nuevamente con la mirada a el niño que no se deja de mencionar. ¿Ahora dónde está? Se preguntaba el mayor. Relajó un poco su cuerpo, había decidido no estar con su pandilla sólo por buscar a un enano que no aparece.

Volteo a ver a una máquina de refrescos que tenía el patio, ¡Sí, allí estaba!, Sonrió para sí mismo y se dirigió nuevamente al menor.

—¡Darwin! —Llamó con fuerza Julius.

En este momento el menor no se dio la vuelta ni se inmutó. Sabía que no había gritado en su mente, ¿Lo está ignorando?

—¡Darwin Watterson, maldita sea! —Habló aún más fuerte, claramente molesto.

El pequeño niño se encogió de hombros, de un paso se giró y miró sin expresión al peli-gris.

—Julius, lo siento, estoy con mis amigos. Si vas a decirme algo es mejor que esperes, ¿Bueno? —Dijo como respuesta, sonriendo tranquilamente.

Todo eso fue tan raro para todo el lugar, pero más para Julius. Suspirando simplemente asintió y Darwin sólo se fue.

Había pasado todo el desgraciado día buscando una respuesta en su cerebro, ¿Por qué esa reacción?, Lo iba a buscar después de clases, ¡Sí, sí!, ¡Le iba a meter un golpe por asustarlo!

Por impulso Julius se levantó de su escritorio, y en ese momento la profesora le tiró la tiza pegándole justo en la cabeza. Apenado se sentó, por primera vez en su vida no había ido a la sala de castigos, eso posiblemente sea algo bueno.

Dudas, dudas, muchas dudas, eso tenía Darwin, ¿Qué haría ahora?, ¿Por qué actuó de esa forma?, ¡Estaba tan asustado que iba a llorar!, Respiraba entre veces intentando mantener la calma, y también para que nadie se meta en sus cosas. Aún así en su mente había miedo, Julius era capaz de partirle la cabeza si él quisiera, podría hasta matarlo por lo que sucedió. ¡Dios, Dios, ten piedad de esta pobre alma!

. . .

Salida. Todos iban de camino a su casa, y esta vez Darwin decidió ir junto con el grupo de Gumball para evitar que Julius se le acerque. Todos iban caminando mientras hablaban, y por un momento Darwin se sintió bien, sin preocupaciones de que le iban a romper todos los huesos.

Pero que todo salga así de normal es algo aburrido, ¿No creen?, En ese momento Julius vio a su pequeño así que o hablaba con él de una forma civilizada, o se lo llevaba obligatoriamente.

Se acercó tranquilamente al grupito de jóvenes, mientras que su rostro se plantaba una sonrisa directa para Darwin.

—Darwin, ¿Ya no estás ocupado con tus amigos, no?

Antes de que el mencionado digiera algo, su hermano Gumball lo interrumpió.

—Viejo, no vengas a molestar a mi hermanito, vete —Tal vez lo hacía para verse como alguien rudo, aunque nadie sabe.

—Tú cállate, no es contigo. —Dijo frío hacia Gumball —¿Entonces, Darwin?—

Su sonrisa se hacía más larga, y en esos momentos el menor no quería ni hablar por el miedo.

—Ya basta, ¿No ves que lo asustas? —Habla Gumball acercándose a su hermano mientras formaba un puchero.

—¡Qué no es contigo, carajo! —Exclamó un enojado Julius —¡Vamos Darwin! —

Fue lo último que dijo, para después tomar al menor del brazo y llevarlo arrastrado a un lugar lejos. Nadie los siguió por suerte.

—¡Julius, ya!, ¿Qué sucede? —Ahora el molesto era el pez.

—¿Cómo qué "que sucede"?, ¡¿Qué te pasa a ti?! —Dijo alto —No me has hablado por completo en dos días, me ignoraste, después me respondiste de una forma rara, luego no me quisiste responder, y ahora ¡¿Preguntas el por qué?!

La postura de Darwin se puso tensa, miraba más el suelo que a Julius, sabía que no hizo bien al hacer eso, pero se sentía algo mal de que no pudiera mostrarle afecto al mayor.

—Yo, es que...

—Dijiste que éramos amigos, ¿Por qué no me hablas?

—Yo, y-yo, lo siento...

Se arrepentía de sus acciones, no debió de ignorarlo, era un estúpido.

—Darwin, no lo hagas más, me pones triste.

¿Triste?, Sí, bueno, le ponía triste que el menor no le hablara, tal vez ese niño ahora era alguien ... Alguien importante. En cambio Darwin estaba sorprendido por esa confesión.

—L-lo...

—Diablos, deja de tartamudear.

Y después de decir eso, simplemente acercó su rostro al del menor, besando en un suave movimiento al niño. No fue profundo, fue un "piquito". Darwin sintió toda su cara roja y es que si lo estaba, mientras Julius que aún no reaccionaba por completo solo pensaba en que los labios de Darwin eran muy lindos.

Entre tanto sentimiento el intranquilo menor respiró hondo, muy hondo.

—A-ah ¡Adiós, Julius! JAJA — dijo de una forma hilarante y rápida, claro terminó huyendo de la escena con mucha cautela.

Julius miró como ese bodoque se iba, mientras se daba cuenta de lo que hizo. Al final se terminó dando tremendo golpe en la cabeza. 


...

¡Hola!, Intente hacer algo bonito :D

Espero les guste, me costó un tanto escribirlo jaja <3

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—¡Bye!

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