candela

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yo estaba boca arriba, acostada en la cama, en mis muñecas traía esposas que me encadenaba a la cama, en mis piernas traía algo igual, pero la única diferencia era que en vez de cadena había una barra que podía estirarse según como quisiera uno, también había algo en mi boca que me impedía hablar o soltar algo de ella, seguía aún con el traje de conejita obviamente y enfrente de la cama estaba Rindou observando todo detenidamente

— una obra de arte ante mis ojos — Rindou tomo la barra y lo estiro todo, mis piernas quedaron muy abiertas, yo solo solté un quejido

el fue agarro un dildo color negro, que al parecer tenia control ya que tiene lo tomó y era el mismo color que el dildo

— ¿debería quitar la mordaza? — antes de meter me miro — escuchar el escuchar tus gemidos serán música para mis oídos — fue hacia mi y me la quito, después tomo mi cara y me beso

aquel beso era tan candente, sentía como me exitaba mucho, también como me volvía más sumisa ante el con aquel beso que me daba mucha sed de el

— bien iniciemos con un juego previo conejita — dijo ronco, dios su voz ronca me ponía toda mi piel erizada

yo solo veía como iba nuevamente a mis piernas, el me sonrió y comenzó a incarse, el traje tenia una abertura abajo para quitase, el lo desabrocho y quedó mi vulva expuesta, vi en sus ojos una gran sed de poseer aquella parte, humedecido sus labios e hizo un mapa de besos en mis muslos hasta llegar a mi entrepierna, pude sentir su respiración ahí y me estremeció, de pronto sentí una lamida que iba desde el final de los labios hasta mi clitoris, solté un pequeño gemido por su acción y escuche su risa de superioridad, el lamiendo, también le daba dicha atención a mi clitoris, lo lamia en círculos, de arriba a bajo, succionaba y de más, por todas sus acciones y solo soltaba gemidos y jadeos, en verdad sentir eso era lo mejor, estaba experimentado algo completamente nuevo y eso me encantaba

— mierda conejita, estas muy caliente y mojada aquí abajo — al soltar cada una de esas palabras sentía su calor ahí eso me exitaba tanto y más con su voz ronca

— t-tu me pones así — dije viéndolo, el volvió a bajar la mirada y siguió haciendo su trabajo

dios yo sentía tan bien, su lengua me ponía a su disposición, literalmente hacia que todo mi cuerpo se llenará de satisfacción, el comenzó hacerlo más rápido, yo no paraba de gemir y gemir, el seguía aún rápido por mis gemidos ya que eso significaba que me gustaba lo que hacía

— m-más — dije soltando jadeos

no hizo falta que lo convenciera ya que lo hizo aún más rápido, dios yo sentía que todo mi cuerpo ahora estaba a su entera disposición, solté su nombre cuando llegue a mi clímax, aun tratando de normalizar mi respiración sentí que se aparto, limpio mis fluidos con su dedo y lo introdujo después a la boca

— sabes tan bien — dijo después de saborear mis fluido — bien, apenas iniciamos conejita — tomo el dildo

comenzó a introducirlo en mi, se sentía tan grande que pude sentir como se habría paso entre mis paredes, yo mordí mi labio inferior para no gemir tan fuerte

— conejita, gime y grita todo lo que quieras, me encanta escuchar tu voz — fue a mi lado y se subió a la cama — aunque ¿podrás gemir con mi miembro en tu boca? — el se puso encima de mi, apoyándose de la pared para no poner su pensó en mi pecho

pude ver un gran bulto en su entrepierna, el bajo su pantalón y su miembro rebotó pegando en mi rosto, era tan grande y grueso, su punta era rosada y podía ver algunas venas sobresalir de el, no estaba seguro si me cabría todo en la boca o entrepierna, pero al menos debía intentarlo, lami mis labios y el acercó su miebro a mí, le di un pequeño beso a la punta y el presiono el botón del dildo, este comenzó a moverse en mi interior e hizo que soltara un gemido, después puso su miembro en mi boca, yo comencé la lamerlo y besarlo, escuchaba como soltaba gemidos por mi acción

mía (Tokyo Revengers x reader)Where stories live. Discover now