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— seguro que estarás bien solo? —

ran asintió.

— no quiero ir al instituto... mucho menos así — dijo refiriéndose a los golpes en su cara, habían disminuido mucho por el trato que les había dado su madre el día anterior.

— entonces, me voy..... — le dijo rindou.
— mamá y papá volverán al trabajo......seguro que estarás bien?.

— rin, no soy un niño pequeño, no haré ninguna estupidez, lo prometo..

— esta bien..... te quiero —

se fue, dejándolo solo, ni siquiera tenía ganas de que rindou lo peinara,nunca pensó que algo así le fuera a afectar tanto, si fue corto el tiempo que pasó con el, sentía que lo habían derribado solo con mostrarle una sonrisa.
tampoco quería hundirse y echarse a perder, estaba sentando en su cama, mirando hacia la nada, sus ojos perdidos...
cuando volvió a ver a su hermano entrar por la puerta.

— se me olvidaba decirte, que alguien vino a verte — le dijo sonriendo.
— ven, pasa- le dijo, dejando pasar al mayor de los kawata.

lo primero que el chico de las trenzas hizo, fue cubrirse con rapidez el moretón que tenía en su ojo, curbiendolo con su cabello, desviando su mirada hacia otro lugar, trago saliva al verlo.
su cuerpo comenzó a temblar debido a los nervios, veía hacia muchos lugares evitando el contacto visual con smiley.
rindou sonrió, nunca había visto a su hermano actuar de esa manera.

— cuidalo mucho — le dijo a smiley, despidiéndose de él.
cerrandoles la puerta.

ran volteo a verlo un poco, smiley lo saludo con la mano, arrepintiendose luego al ser tan patético.
que debía decirle?aunque tratara de pensar en algo, el cabello largo lo distraía, recordaba a ran haberle dicho, que nadie más lo había visto así, era algo especial a su vez.
avanzó unos cuantos pasos hacia el haitani, poniéndolo más nervioso de lo que ya estaba.
no sabía por dónde empezar, disculparse?.
soltó un suspiro y dejó que las cosas fluyeran por sí solas, sentándose al lado de ran.
el haitani dio un pequeño brinquito..

— te vez bien - dijo smiley iniciando la conversación, aunque fuera algo común y que claramente no debía utilizarse, ran lo aceptó.

— el color morado resalta en mi —

— jaja... — smiley volteo a verlo a su lado, el cabello largo le cubría el rostro a ran.
no necesitaba el permiso para tratar de remediar las cosas.
acomodandole el cabello detrás de la oreja, dejándole ver el rostro.
ran lo miró nervioso,sentir las manos de smiley en su rostro ya era mucho para el después de todo.
— tienes razón, al igual... que tus ojos.... — ambos se quedaron viendo detenidamente, no eran necesarias demasiadas palabras para darse cuenta, que entre ellos había quimica, actuaban como nunca antes, como unos simples chicos que nunca habían declarado su amor.

— al final siempre golpeaste mi cara.
— ran sonrió.

— fue hipócrita de mi parte.... — le dijo acariciandole la mejilla.
— lo siento.

ran tomó la mano que lo acariciaba, viéndolo de frente.

— no — negó con su cabeza.
— soy yo el que lo siente..... por haberte mentido.

— no me mentiste,entiendo que no era tu deber decírmelo.... pero, soy muy tonto.

— un poco — dijo sonriendo, smiley lo miró serio.
— jajaja.... adoro esa expresión en tu rostro.... me miras como si quisieras asesinarme...

— tu otro ojo se vería lindo con un moretón también — le dijo algo molesto.

— estas diciendo que me veo lindo lleno de golpes? — coqueteo con el.

Los que pelean, se desean. Where stories live. Discover now