Capítulo 1

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Harry, a pesar de tener solo 10 años, era un niño extremadamente inteligente y maduro. Para algunos, era considerado extraño, ya que prefería pasar su tiempo solo, leyendo bajo un árbol o contemplando las estrellas desde el tejado por la noche, en lugar de jugar con otros niños o estar cerca de su familia. En realidad, buscaba cualquier manera de evitar estar mucho tiempo con sus tíos y su desagradable primo.

La única persona que no lo trataba completamente mal y que podía ser algo comprensiva era su tía Petunia. Aunque solía ser estricta y severa, a veces asumía su papel de tía. Por otro lado, su tío Vernon era, con mucho, la persona más detestable y desagradable que conocía. Era avaro, gruñón, cerrado de mente y odiaba todo lo que consideraba diferente. Y luego estaba Dudley, su primo, que era un completo idiota. Era mimado y responsable de muchos de los castigos que sus tíos le imponían.

Ese día en particular era uno de los peores del año: el cumpleaños de Dudley. Su tranquilo sueño se vio interrumpido por los golpes que Dudley le daba a su puerta. Con gran molestia, bajó las escaleras para ir a la cocina, donde su tía le ordenó que sirviera el desayuno mientras ella y su tío felicitaban a Dudley. A los pocos minutos, Dudley comenzó a hacer una rabieta porque recibió un regalo menos que el año pasado. Era gracioso que la mayoría de esos regalos terminaran en la basura poco después.

-Vamos a ir al zoológico - dijo Petunia después del desayuno -. No quiero problemas.

-No los tendrás - respondió Harry antes de volver a su habitación para cambiarse de ropa.

Más tarde ese día, se encontraban caminando por el zoológico de Londres. Una vez más, Dudley estaba haciendo otro berrinche porque al vendedor de helados se le había acabado el sabor de vainilla con chocolate. Tuvieron que caminar hasta que pudieran comprar el dichoso helado.

-¡Quiero ir a ver las serpientes! - dijo el muy idiota, casi tirándolo al suelo para ir al serpentario -. ¡Vamos!

-Tranquilo, tesoro - sus tíos lo siguieron y Harry no tuvo más remedio que seguirlos.-

-Idiota - dijo Harry sin más mientras los seguía hasta el terrario.

La verdad era que a Harry no le gustaban mucho las serpientes ni los reptiles en general, pero le resultaba interesante ver esos animales en persona, ya que normalmente los veía en libros o documentales en la televisión. Llegó a la vitrina donde se encontraba una gran boa.

-Boa Constrictora - leyó en el pequeño cartel frente al cristal.

Pero, como siempre, su paz se vio interrumpida por la llegada de su primo, quien comenzó a molestarse porque la serpiente no se movía.

-Haz que se mueva - le gritó a su padre, quien golpeó el cristal.

-Vamos, muévete - golpeó el cristal de nuevo -. Parece que no quiere hacerlo.

-Es una serpiente no un mono-, dijo Harry ya irritado pues los berrinches de su primo hacían que todos los vieran

-Pues que aburrido-, dijo antes de irse no sin antes golpear el hombro de Harry en el proceso

Harry se sobaba el hombro molesto mientras fulminaba con la mirada a su primo, volvió a mirar a la serpiente y como si esta lo entendiera le hablo

-Discúlpalo, es un reverendo idiota-, asombrosamente la serpiente volteo a verlo y movió la cabeza como restándole importancia-, espera ¿puedes entenderme?

Nuevamente la serpiente asintió con la cabeza dejando a Harry maravillado, no era algo que lo sorprendiera mucho los animales en general siempre eran amigables con él

-Debe ser triste vivir en una caja de cristal, aunque yo también vivo en una-, volteo a ver a sus tíos en el área de las cobras- ¿Extrañas a tu familia?

_.::El nuevo Emrys::._Where stories live. Discover now