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Steve ataba un nudo en su cintura, su delantal era negro. Le gustaba usarlo, tenía la misión de dejar su ropa siempre limpia y sin manchas. Tony le repitió que no debía, pero una vez más le dijo que quería.

La convivencia con el alfa es grata, le gusta que acaricie sus cabellos y de rato en rato le da suaves mimos. Steve piensa que solo es amabilidad de su parte. Aun así, el sonrojo en sus mejillas no disminuye cuando le dice que le quiere.

Steve tiene sus razones para hacerlo, entre ellas está el delicioso aroma que despliega Tony.

Cada mañana la rutina es la misma, Steve prepara el desayuno, sale a correr, Tony deja un beso en su mejilla y se retira.

Steve quiere evitarlo, quiere evitar sentir lo que siente.

Pero cuando el fuerte aroma invade sus fosas nasales, poco puede hacer. Le gusta oler la ropa de Tony, le produce un calor inexplicable y placentero. Como un cosquilleo agradable. No ha experimentado un celo hasta ahora, los celos son algo tardíos en los omegas varones.

A sus 23 no sabe que es sentir un calor asfixiante, querer que lo llenen y anuden.

Y tal vez, esa sea la razón de lo que hace.

Hoy la rutina ha sido igual, solo que hoy algo cambió. Olfatear la ropa del alfa le ha producido un cosquilleo insaciable y calor sofocante.

De manera inoportuna, el descuidado Tony Stark, olvido papeles importantes que lo obligaron regresar. Toda una conveniencia de guión.

Steve siente un líquido escurriéndose por sus piernas, corre al baño, y se retira los pantalones.

Se puede llamar instinto o deseo, pero algo hace que lleve una de sus manos hasta su trasero. Empuja con uno de sus dedos y se siente bien, quiere volver a hacerlo. Empuja más fuerte hasta que entra y eso lo hace delirar, gime bajito y se muerde los labios.

Al entrar lo primero que escucha Tony son los gemidos. Frunce el ceño pensando lo peor.

Las ideas se desvanecen al solo encontrar la puerta del baño cerrada.

El aroma del alfa llega a Steve, quien ha descubierto que si empuja sus dedos y los abre un poco se siente bien. Que sus dedos empapados saben bien, que pronto necesitará algo más grande que lo llene. Se recarga en la bañera, abriendo sus piernas para un mejor acceso. Se siente tan bien.

ꟷ¡Steve! –grita Tony desesperado.

ꟷA-Alfa ¡Ah!

Tony se cubre la nariz, ¿Por qué Steve no le dijo que estaba en celo?

ꟷSteve, escúchame. Necesito que abras el botiquín y saques la pastilla blanca, es un supresor.

ꟷNo. s-se siente bien.

ꟷ¡Steve!

ꟷAlfa, te necesito ¡mgh!

Tony suspira, tiene que entrar.

Al hacerlo, el aroma a miel forma una bonita erección en sus pantalones.

ꟷAbre. ꟷdice mientras sostiene la pastilla y se acerca al omega. No mirarlo mucho parece ser un reto, sus piernas están abiertas, a su total disposición y entrega. Está gimiendo por él, lo quiere dentro.

Steve abre su boca rosada y traga.

Cuando Tony está por retirarse, el omega toma su muñeca, luego su mano. Lame sus dedos y su erección se acentúa.

Tony se arrodilla para llegar al borde de la bañera.

ꟷMételo, alfa.

ꟷCielo, realmente quiero hacerlo... Pero-

El omega no esperó y tomó uno de sus dedos y lo introdujo en su interior sacándole un sonoro gemido.

ꟷCreo que ya quedó clara la manera en la que te quiero ¿O no, Steve? –pregunta y embiste con sus dedos. Genial, Pepper lo matará por no ir al trabajo

Wonderful FellingWhere stories live. Discover now